Viernes 07 de Octubre de 2011
Viernes 27ª semana de tiempo ordinario 2011
Joel 1,13-15;2,1-2
Vestíos de luto y haced duelo, sacerdotes; llorad, ministros del altar; venid a dormir en
esteras, ministros de Dios, porque faltan en el templo del Señor ofrenda y libación. Proclamad
el ayuno, congregad la asamblea, reunid a los ancianos, a todos los habitantes de la tierra, en
el templo del Señor, nuestro Dios, y clamad al Señor. ¡Ay de este día! Que está cerca el día del
Señor, vendrá como azote del Dios de las montañas. Tocad la trompeta en Sión, gritad en mi
monte santo, tiemblen los habitantes del país, que viene, ya está cerca, el día del Señor. Día de
oscuridad y tinieblas, día de nube y nubarrón; como negrura extendida sobre los montes, una
horda numerosa y espesa; como ella no la hubo jamás, después de ella no se repetirá, por
muchas generaciones.
Salmo responsorial: 9
R/El Señor juzgará el orbe con justicia.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón, / proclamando todas tus maravillas; / me alegro
y exulto contigo / y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo. R.
Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío / y borraste para siempre su apellido. /
Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron, / su pie quedó prendido en la red que
escondieron. R.
Dios está sentado por siempre / en el trono que ha colocado para juzgar. / Él juzgará el
orbe con justicia / y regirá las naciones con rectitud. R.
Lucas 11,15-26
En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud
dijeron: "Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios."
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus
pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa.
Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo
echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de
Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros
jueces. Pero, si yo echo les demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha
llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes
están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y
reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.
Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio
para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "Volveré a la casa de donde salí." Al volver,
se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y
se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio."
COMENTARIOS
La lógica es que ante Dios nadie debe permanecer neutral: o se le acepta y se le ama
para seguir por su camino, y entonces el Reino ha llegado a ustedes, o simplemente no se le
acepta. En la época de Jesús aún se creía que las enfermedades eran demonios, que se
apoderaban de los estados mentales de la persona, como en la epilepsia; por eso algunos
llegaron a convencerse de que Jesús estaba poseído por alguno de esos demonios.
Por esta razón hay que entregarse a la pureza y amor de Dios, para, a través de él, ver
la luz del camino y no seguir creyendo en demonios, que nos produce mudez y recaída en el
pecado. Hemos de tener claro que Dios está en medio de nosotros; que Jesús está ahí para
cuidarnos, guiarnos, amarnos y jamás dejarnos solos. Él vino para darnos vida y colmarnos de
amor y alegría.
Juan Alarcón, s.j..
(Extracto de servicios KOINONÍA)