«una buena noticia»
Carta de monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de
Posadas,
para el 6°
domingo durante el año
[17 de febrero de 2019]
El texto del
Evangelio de este domingo (Lc 6,12-13.17.20-26)
comienza relatándonos la elección de «Los Doce», a quienes llamó apóstoles.
Rápidamente señala al Señor caminando con el grupo que Él mismo eligió y
encontrándose con una gran muchedumbre. Nos dice el texto bíblico que fijando
la mirada en sus discípulos pronunció el discurso de las bienaventuranzas.
En este texto
de las bienaventuranzas encontramos un plan claro del camino que nos propone el
Señor, como estilo de vida del reino que Él nos vino a anunciar. Quiero
recomendar que meditemos leyendo, orando y reflexionando sobre cada uno de los
versículos del texto de las bienaventuranzas.
El evangelio de san Lucas de este
domingo transita entre el llamado del Señor como experiencia pascual de su amor
y el camino a asumir como estilo de vida cristiana en las bienaventuranzas. No
es fácil vivir esto en contextos tan materialistas y mercantiles como los
nuestros que nos sumergen en las sombras de la corrupción y la pobreza de todo
tipo, reflejando muchas veces la mediocridad humana. La propuesta de las
bienaventuranzas sigue siendo la Buena Noticia, el gran aporte para nuestro
tiempo. El documento de Aparecida nos dice: «En el seguimiento de Jesucristo,
aprendemos y practicamos las bienaventuranzas del Reino, el estilo de vida del
mismo Jesucristo: su amor y obediencia filial al Padre, su compasión entrañable
ante el dolor humano, su cercanía a los pobres y a los pequeños, su fidelidad a
la misión encomendada, su amor servicial hasta el don de su vida. Hoy
contemplamos a Jesucristo tal como nos lo transmiten los Evangelios para
conocer lo que Él hizo y para discernir lo que nosotros debemos hacer en las
actuales circunstancias». (DA 139)
El Papa Francisco, a propósito de las
bienaventuranzas, nos invita a vivirlas para ser santos: «Puede haber muchas
teorías sobre lo que es la santidad, abundantes explicaciones y distinciones.
Esa reflexión podría ser útil, pero nada es más iluminador que volver a las
palabras de Jesús y recoger su modo de transmitir la verdad. Jesús explicó con
toda sencillez qué es ser santos, y lo hizo cuando nos dejó las
bienaventuranzas. Son como el carnet de identidad del cristiano. Así, si alguno
de nosotros se plantea la pregunta: ¿Cómo se hace para llegar a ser un buen
cristiano?, la respuesta es sencilla: es necesario hacer, cada uno a su modo,
lo que dice Jesús en el sermón de las bienaventuranzas. En ellas se dibuja el
rostro del Maestro, que estamos llamados a transparentar en lo cotidiano de
nuestras vidas. La palabra “feliz” o “bienaventurado”, pasa a ser sinónimo de
santo, porque expresa que la persona que es fiel a Dios y vive su Palabra
alcanza, en la entrega de sí, la verdadera dicha.
Aunque las palabras de Jesús puedan
parecernos poéticas, sin embargo, van muy a contracorriente con respecto a lo
que es costumbre, a lo que se hace en la sociedad; y, si bien este mensaje de
Jesús nos atrae, en realidad el mundo nos lleva hacia otro estilo de vida. Las
bienaventuranzas de ninguna manera son algo liviano o superficial; al
contrario, ya que solo podemos vivirlas si el Espíritu Santo nos invade con
toda su potencia y nos libera de la debilidad del egoísmo, de la comodidad, del
orgullo». (Gaudete et Exultate
63-65)
En relación
con los primeros versículos del Evangelio donde el Señor llama a los Doce,
quiero agradecer una vez más a Dios por nuestro Seminario «Santo Cura de Ars», lugar en el que están los seminaristas de las tres
diócesis de nuestra provincia de Misiones. El Señor sigue llamando a jóvenes al
sacerdocio ministerial, así como llamó a los Doce. El próximo sábado 23 de
febrero a las 20 hs. celebraremos la misa de inicio del año en nuestro
seminario donde ingresarán 7 jóvenes al curso introductorio y también se
incorporarán 8 seminaristas de la diócesis de Iguazú, con lo cual serán 34
jóvenes que se estarán formando en todas sus etapas camino a ser los futuros
sacerdotes de nuestra provincia de Misiones. Desde ya que están invitados a
participar como todos los años y a formar parte del Pueblo de Dios que reza por
las vocaciones y colabora de diversas maneras con el Seminario que es como el
corazón de la provincia, un lugar emblemático donde nos animamos en la
esperanza evangelizadora.
Hay muchos
signos de esperanza, mucha gente que aun en medio de muchas dificultades y
sufrimientos vive la experiencia de la Buena Noticia que el Señor nos anuncia
en las bienaventuranzas.
¡Un saludo
cercano y hasta el próximo domingo!
Mons. Juan
Rubén Martínez,
obispo de Posadas