COMPARTIENDO EL EVANGELIO
Reflexiones de Monseñor Rubén Oscar Frassia
(Emitidas por radios de Capital y Gran Buenos Aires)
Vigésimo séptimo durante el año,
Ciclo C
Evangelio según San Lucas 17,3b-10
Dijo el Señor a sus discípulos “si tu hermano peca,
repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo.
Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti,
diciendo: “Me arrepiento, perdónalo». Los Apóstoles dijeron al Señor:
"Auméntanos la fe". El respondió: "Si ustedes tuvieran fe del
tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: 'Arráncate
de raíz y plántate en el mar', ella les obedecería". Supongamos que uno de ustedes tiene un
servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le
dirá: 'Ven pronto y siéntate a la mesa'? ¿No le dirá más bien: 'Prepárame la
cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú
comerás y beberás después'? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque
hizo lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se
les mande, digan: 'Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con
nuestro deber'.”
DIOS NOS ESCUCHA CUANDO LE PEDIMOS CON FE
Siempre la Palabra de Dios hay que
entenderla y discernirla. Acá hay tres temas muy concretos y muy simples. El
primero es el tema del pecado y del arrepentimiento; porque uno no puede juzgar
las motivaciones más profundas de cada ser humano pero, si la persona que
cometió el pecado o su falta contra cualquiera pero se arrepiente en serio, hay
que perdonarlo. Fundamentalmente es el perdón de Dios a través de la confesión,
del sacramento de la reconciliación. En la vida hay que rezar, hay que
confesarse y pedirle siempre perdón a Dios porque Dios da y concede la
misericordia a aquél que se lo pide.
En segundo lugar, el tema de la fe; a veces
creemos que la fe es una garantía nuestra: “porque tengo fe Dios me tiene que
escuchar y tiene que hacer lo que yo le pido” No es así. La fe es confianza en
Dios, en el Absoluto y un Dios que obra a quien debo pedirle, confiarle y saber
que va a obrar independientemente de mis resultados.
La fe es fundamental; a veces, con la fe,
quedamos “pegados” a cosas de religión. Porque ya vamos a misa, porque ya
rezamos, ya creemos que vivimos en la fe. La fe es mucho más profunda y es
evidente que necesitamos expresiones de religión, pero la fe es mucho más. La
fe es confianza en Dios, porque Dios es omnipotente y obra independientemente
de nuestras necesidades y resultados.
En tercer lugar; a veces uno cree que,
porque tiene fe, tiene derecho a exigir. ¡Estamos equivocados! ¡Somos
servidores! Hacemos las cosas por fe y por amor, no nos tienen que pagar por
ello; no tenemos derecho a cobrar retribuciones. Por eso es muy importante ser
servidor. A veces hay gente que dice “yo serví en la parroquia, en la Iglesia,
hice al cura tales favores, hice tal cosa y así me pagaron, así me trataron,
por eso me debilito…” ¡Mal! ¡Equivocado! Uno lo hace por fe a Dios y por amor y
servicio a la gente así lo agradezcan o no, retribuyan a o no. Es un error
creer que uno tiene derecho a recibir lo que uno ofreció anteriormente.
Queridos hermanos, es muy importante pedirle
al Señor que aumente nuestra fe, nuestra confianza en Él y Él nunca, jamás, nos
va a defraudar. Pidamos la intercesión de la Virgen la llena de gracia, que
María nos ayude a unirnos como pueblo pues lo necesitamos y recemos porque Dios
nos escucha cuando le pedimos con fe.
Les dejo mi bendición: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén