Domingo
31º del Tiempo Ordinario - Ciclo C
CUANDO
REMUERDE LA CONCIENCIA
Si Pablo escribió la
primera carta a los tesalonicenses en el año 51 y Lucas el evangelio hacia el
año 80 dado que en el 70 fue la destrucción del templo, podemos decir que
Zaqueo fue uno de los tantos para ejemplo nuestro que llevó una vida digna del
llamamiento recibido en su casa; dando a su fe toda la eficacia para cumplir
todos los buenos deseos de solidaridad que él tenía con los pobres. Esta es la
intención que Dios tiene también con nosotros: “Oramos siempre por ustedes,
para que Dios les haga dignos de la vocación a la que os ha llamado, y con su
poder, lleve a efecto tanto los buenos propósitos que ustedes han formado, como
lo que ya han emprendido por la fe. (Segunda lectura)
JESÚS
SALVA DESDE LA CASA
Jericó es un punto clave
en la historia mundial por ser un lugar más antiguo, camino hacia Jerusalén y
sitio privilegiado para pagar impuestos si recordamos a Mateo (Mt 9,10-13).
Otro cobrador de impuestos era Zaqueo quien además de aprovecharse de muchas
reformas tributarias para enriquecerse, su interior no estaba en paz cuando
decidió ver a Jesús. No era sólo que el gentío le impidiera verlo, lo cual
ocurre a menudo con las multitudes, sino que Zaqueo “era bajo de estatura”
(moral) para encontrarse con Jesús. Lo que era un simple juego de niños,
montarse a los árboles, terminó siendo su aporte personal para dejarse ver de
Jesús “Al llegar a ese lugar Jesús levantó los ojos y le dijo: Zaqueo bájate
pronto porque hoy tengo que hospedarme en tu casa” Zaqueo se sintió
comprometido por agradecimiento en bajar pronto para ir a esperarlo y acogerlo
en su casa con alegría (Evangelio). Este deseo de Jesús contiene todo: el
perdón, la intimidad, el compartir, y todo lo indecible que ocurre en un
encuentro normal con Jesús.
TODA
MURMURACIÓN ES EXCLUYENTE
Los que murmuraban
porque Jesús entró a la casa de un pecador se quedaron todos al margen de la
fiesta de la salvación de un jefe corrupto que se hizo rico en el oficio de
recaudar los impuestos; y la fiesta de la gratitud significada en la
solidaridad con los pobres “Mira Señor voy a dar a los pobres la mitad de mis
bienes; y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más”
(evangelio). El encuentro con Jesús da discernimiento bien sea para adecuar la
rentabilidad sana de las riquezas con el compartir, como para llevar a la
conversión o retribución a quienes utilizan para sus ganancias el fraude y la
corrupción. Es impresionante ver como el dinero mal habido angustie más que el
conseguido honradamente que da paz.
DOS
SENTIMIENTOS DE SENSATEZ
En toda gratitud hay dos
sentimientos, el reconocimiento a Dios por vivir en nuestro corazón que es su
casa y la alegría por el rescate de familia o los amigos del apego al dinero.
Todos somos Zaqueos, publicanos por la avidez del
dinero pero nos llegara el momento, debemos pedirlo en la oración, para que el
Dios compasivo nos diga: “Hoy llegó la salvación a esta casa”, pues también
nosotros somos hijos de Abraham y hermanos en Jesucristo. “Porque el Hijo del
hombre vino a buscar y a salvar a los que estaban perdidos” (evangelio) “porque
el amado ha venido a mover el corazón de la amada para que lo acoja y nunca más
viva ya sin él. (Cta. 5,2)
Para el libro de la
Sabiduría un corazón agradecido como el de Zaqueo, es un corazón sensato y
sabio; como pueden serlo los nuestros por la solidaridad con los pobres. “Señor
tú tienes compasión de todos porque lo puedes todo; y pasas incluso por alto
los pecados para llevar al pecador a arrepentirse. Señor, que amas la vida,
porque tu espíritu inmortal, está en todos los seres. Por eso a los que caen,
los vas corrigiendo poco a poco, los reprendes y les traes a la memoria sus
pecados, para que se arrepientan de sus maldades y crean en ti, Señor” (Primera
lectura)