DOMINGO V TIEMPO ORDINARIO CICLO A -

LA REVELACIÓN COMO LA VIDA SON PROGRESIVAS.

Es muy importante saber que en el proceso de conversión, es decir la fe, la revelación es progresiva desde cuando Pablo estaba en Éfeso (a 54-57) y le llegaron malas noticias del comportamiento de las comunidades de Corinto. Pablo les recuerda que en la primera visita les habló de la revelación de Dios sin alarde de elocuencia ni sabiduría. Ya desde su bautismo él no quería saber nada distinto a Jesucristo muerto, resucitado y presente como fuerza del Espíritu en su interior. Así la fe no tendría jamás ningún apoyo en la sabiduría humana sino en el poder de Dios”. (Segunda lectura)

Es un avance en la revelación que Mateo en su experiencia del resucitado afirme que el poder del Espíritu nos abra ocho puertas llamadas bienaventuranzas, de acuerdo al número ocho superior a siete; plenitud de la auténtica felicidad vivida en comunidad como servicio a la sociedad: “Al ver tanta gente Jesús subió a la montaña, se sentó y se le acercaron los discípulos. Entonces comenzó a enseñarles con estas palabras: “Dichosos los pobres…” (Mt 5,1-11) .

COMO AVANZA LA REVELACIÓN

Avanza la revelación cuando Jesús simboliza las bienaventuranzas en la luz y la sal como la misión evangelizadora al servicio de los demás. En Palestina la sal tenía un gran valor, en tiempos de Jesús era indispensable para mantener los alimentos; un saco de sal era tan precioso como la vida de un hombre y tan abundante que el sobrante se tiraba al suelo para ser pisada por la gente (evangelio). Además de ser el gusto de los alimentos también los preservaba de la corrupción. Para Jesús, dicho por Mateo, una pizca de sal, la comunidad de los creyentes y de todos los honestos es ineludible para cambiar el sabor de una sociedad “Si la sal pierde su sabor ¿con qué la salarán? (evangelio). La sal es invisible pero se reconoce cuando da sabor y la luz cuando alumbra y permite ver en la oscuridad.

QUE NO FALTEN LA SAL Y LA LUZ

Antiguamente el vigía de la ciudad se movía por las calles diciendo: “por favor saquen los faroles que anochece en la ciudad…” “ni una ciudad en la montaña o una lámpara encendida se ocultan sino que alumbran la familia en la casa. Así debe brillar su luz ante los hombres; viendo su servicio alaben a su Padre que está en el cielo” (evangelio)

No todo el país, la política, la economía, la justicia, la ciudad, el barrio, la vereda, tienen que ser sal y luz; pero no nos podrán faltar algunos ojalá muchos de entre nosotros que sean sal y luz para que no nos ocurra un apagón nacional por falta de ética o moral y se nos arrebate el derecho, la luz, y la sal, el gusto de vivir en esta tierra. Esta es la misión de la comunidad creyente ser sal y luz sin recibo de uso para cobrar.

¿CÚAL ES LA PLENITUD DE LA REVELACIÓN?

El culmen de la revelación de Dios en Pablo que pasa por Mateo tiene su plenitud de cumplimiento en Isaías, de acuerdo a su contexto profético y social que podemos completar con el nuestro más complicado que el del profeta. Para discernir, verificar y confirmar cuál es nuestra vocación nuestra misión y seguimiento de Jesús. Con sus promesas tenemos los siguientes signos: “Cuando compartamos el pan con el hambriento, colmemos el estómago del indigente, ofrezcamos hospedaje y cubramos a los excluidos de la sociedad. Cuando procuremos la libertad y renunciemos a los gestos y palabras despectivas con los pobres (pobrecito, resígnate o pídele a Dios). Cuando desterremos de nuestro corazón la opresión el gesto amenazador por suficiente; brillará nuestra luz en las tinieblas y nuestra oscuridad será como luz del medio día; así sanarán muy pronto las heridas causadas por nuestros egoísmos. “La libertad guiará tus pasos, y te irá protegiendo la gloria del Señor. Invocarás al Señor, y él te atenderá, le pedirás ayuda, y te dirá: aquí estoy”. (Primera lectura)