DOMINGO VI TIEMPO ORDINARIO CICLO A -
TENEMOS UNA SABIDURÍA ESCONDIDA
Partimos de
la segunda lectura por la anterioridad de Pablo ¿a 57? con relación al
evangelio de Mateo ¿80-90?
En el domingo
anterior Pablo diferenciaba la inteligencia humana, griega, con la sabiduría de
Dios para decir que “la fe no reposa en la sabiduría humana sino en el poder de
Dios”. Es lógico que el kerigma, del resucitado no tenga nada que ver con
“sabiduría de este mundo ni de los poderes fugaces que aún imperan”. Ni tampoco
con la indiferencia de los llamados “creyentes”. La sabiduría fundamental en la
vida, por el sentido que aporta, es conocer el amor que Dios nos tiene y
despertar al mundo que desconoce, la vida interior, la vida del Espíritu del
Resucitado que nos va transformando en seres más humanos, como hizo Jesús.
Pablo diría que “tenemos una sabiduría escondida” (Segunda lectura).
El MUNDO DE
LA SABIDURÍA
El libro del
Eclesiástico contempla la propuesta en términos de: “tener por delante fuego y
agua; frente a cada uno vida o muerte. Porque es inmensa la sabiduría del
Señor, es grande su poder” “El a nadie le concedió el derecho de pecar, y no
deja sin castigo al impostor que así lo afirme “(primera lectura). Esto indica
que el mal es exterior al hombre; que el hombre es libre de escoger el mal o el
bien, y que escoger el bien es recibir la paz que hace felices a otros.
SOLO EL AMOR
VENCE LA LEY
Los
versículos el evangelio de hoy son tal vez los más difíciles de todo el
evangelio de Mateo, pero muy importantes por estar en el contexto de las
bienaventuranzas; que supera la ley con el amor; y para poner como centro de la
vida la felicidad. (bienaventuranza), como lo hizo
Jesús. El amor es cumplimiento y no abolición de la ley; porque la ley depende
del amor. Si la ley es no matar; el mandamiento sobre el que hay que juzgar es
el amor al hermano; y si el culto es la exigencia, recordar es el mandamiento
de la reconciliación como culto; las desavenencias hay que perdonarlas antes de
caer en manos de la ley. Si la ley no permite el adulterio el mandamiento es
quitar el ojo y la mano derecha. Estos duros imperativos no hay que tomarlos
literalmente, los proverbios en la biblia son consejos para la hora de la
actual tribulación y ánimo en la conversón. Si la ley
es no jurar el mandamiento es la verdad, no decir mentiras Jesús como palabra
de Dios pide no mentir. Hay que abrir
puertas al amor, bienaventuranzas para que por la acción del Espíritu nos
libere para servir. (salmo 118) “Una letanía para
encontrar la felicidad. Ábreme los ojos y cumpliré las maravillas de tu
voluntad; enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón”