VIGESIMO
QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
(Año Par. Ciclo A)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Is. 55, 6-9: Mis planes no son vuestros planes.
b.- Flp. 1, 20. 24. 27: Para mí la vida es Cristo.
c.- Mt. 20,1-16: Parábola de los obreros de la viña.
Esquema
1.-
Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros: V.-Ven
Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego
de tu amor. Envía Señor tu Espíritu. R.- Y todas cosas serán creadas. Oremos.
Oh Dios que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu
Santo haznos dóciles a tus inspiraciones para que gustemos el bien y gocemos
siempre de su consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
2.-
Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra, de
todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perdón Señor….
3.-
Oración colecta: ¡O Dios!, que has puesto la plenitud de la ley en el amor a ti
y al prójimo; concédenos cumplir tus mandamientos para llegar a sí a la vida
eterna.
4.-
Lectio divina: Una vez que tenemos nuestras tres lecturas las leeremos y
escrutaremos, es decir, indagar escudriñar con atención y minuciosidad cuál es
la idea central de cada una de ellas y la anotamos en nuestro cuaderno. La
Lectio la haremos sólo del Evangelio.
a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo
domingo.
- “El
Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de
la mañana a contratar obreros para su viña. Habiéndose ajustado con los obreros
en un denario al día, los envió a su viña” (Mt.
20,1-3). Este evangelio comienza y termina con la misma frase: “Pero
muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros.” (vv. 30); “Así, los
últimos serán primeros y los primeros, últimos.” (v. 16); en la parábola se
paga primero a los últimos, y luego a los primeros. Pedro había preguntado por
la recompensa, y Jesús, le promete la vida eterna (Mt. 19,27-29), aquí se da
una paga de un jornal, premio mucho mayor del que puede esperar de la justicia
(Mt. 19,27-29). Prevalece la voluntad divina, al invertir los criterios de los
hombres. El dueño de la viña contrata hombres para trabajar, sólo con los
primeros se habla de un jornal, con los demás se da por descontado. La clave de
la parábola está en haber comenzado la paga por los últimos que han trabajado
menos, sólo una hora; inmediatamente los primeros murmuran, pensando que quizás
puedan recibir más: todos reciben lo mismo. La conducta del señor de la viña se
puede llamar derechamente injusticia social, sin embargo, a los primeros no se
les hace daño, porque reciben lo acordado, sin embargo, murmuran por envidia
personal.
- “¿Es
que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo
soy bueno?” (Mt. 20,16).
Era el
“ojo malo” (v.15; cfr. Mt. 6,23) o sea la rivalidad y malicia de los
trabajadores, porque el señor de la viña es bueno, es decir, él no procedió con
injusticia sino con bondad; no dañó a los primeros, sólo quiso ser generoso con
los demás. La parábola quiere dejar en claro que el pensamiento del dueño de la
viña corresponde al querer del Padre celestial y no a los propietarios de la
tierra. Este no posee la libertad de Dios, porque la recompensa que ÉL da no es
por motivos de justicia, sino por gracia. La vida eterna es gracia, no se
merece, Dios piensa no como el hombre, y debe ser así porque su premio en muy
superior al jornal de esta vida. Dios quiere y a quién quiere con
sobreabundancia, ¿quién le pedirá cuentas? Al hombre sólo le corresponde saber
que Dios da por bondad y por gracia. Si Dios pagara por nuestro esfuerzo
personal ¿qué podríamos esperar? Mejor es pensar que Dios puede proceder con el
cristiano inspirado en su bondad, y no por justicia, con lo que el horizonte de
la esperanza, se abre hasta el infinito.
b.- Meditación. ¿Qué me dice el texto? ¿Qué palabra o hecho
de este evangelio me habla al corazón? Escoge tu texto.
- “Los
envió a su viña” (v.2). El propietario los invita a trabajar a su viña.
-
“Llámales y págales el jornal…comenzando por los últimos” (v.8). El propietario
dispone de sus empleados como quiere.
- “¿Es
que no puedo hacer con lo mío lo que quiero?” (v.15). Me dice que Dios llama en
etapas significativas de la vida lo que implica afinar la escucha de su voz.
- Otros testimonios…
c.- Oración. ¿Qué le digo al Señor a propósito de este
texto? Escoge una palabra del texto con la que inicias tu oración personal.
- “Id
también vosotros a la viña” (v.7). Señor Jesús quiero permanecer en tu Viña
Santa, tú Iglesia, vivir el evangelio en comunidad; trabajar en la
evangelización con los carismas que me regalaste. Te lo pido Señor.
- “Y
al cobrarlo, murmuraba contra el propietario” (v.11). Señor Jesús, que no
murmure contra tu voluntad en mi vida, te lo pido Señor.
- “¿O
va ser tu ojo malo porque yo soy bueno?” (v.15). Señor Jesús, tú eres la bondad
para con el hombre de la quiero aprender, te lo pido Señor.
- Otras oraciones…
d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este
evangelio? Momento de silencio, recogimiento.
- Me comprometo a la orar y no perder la
oportunidad de trabajar en la Viña Santa de Cristo, su Iglesia para dar buenos
frutos.
5.- Relectura bíblica y mística que hace S. Teresa del Niño
Jesús de este pasaje evangélico:
La
joven Teresa en su viaje a Italia para pedirle al P. León XIII la dejase
ingresar al Carmelo de Lisieux, con solo quince años, comprobó como muchos
espacios en las Iglesias estaban vetados para las mujeres. También las mujeres
son obreras en la Viña del Señor y en el Cielo recibirán la paga de sus
trabajos. “Todavía hoy sigo sin comprender por qué en Italia se excomulga tan
fácilmente a las mujeres. A cada paso nos decían: «¡No entréis aquí…! ¡No
entréis allá, que quedaréis excomulgadas...!» ¡Pobres mujeres! ¡Qué
despreciadas son...! Sin embargo, ellas aman a Dios en número mucho mayor que
los hombres, y durante la pasión de Nuestro Señor las mujeres tuvieron más
valor que los apóstoles, pues desafiaron los insultos de los soldados y se
atrevieron en enjugar la Faz adorable de Jesús... Seguramente por eso él permite
que el desprecio sea su lote en la tierra, ya que lo escogió también para sí
mismo... En el cielo demostrará claramente que sus pensamientos no son los
de los hombres, pues entonces los últimos serán los primeros...” (Historia de
un alma. Ms. A. 66v).
6.- Adoración y Alabanza. Te alabamos Señor.
- Te
adoramos y alabamos Padre, por invitarnos en todas las horas a ser parte de tu
Reino. Te alabamos Señor.
- Te
adoramos y alabamos Padre, por tu Hijo verdadera Viña santa que nos invita a
trabajar y dar frutos de santidad. Te alabamos Señor.
- Te
adoramos y alabamos Padre, por tu Espíritu Santo que, al fuego de su amor,
maduras la paga a nuestros esfuerzos. Te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Si queremos trabajar en la Viña del Señor,
debemos pedir fuerzas para hacer su voluntad.
- Te
pedimos Padre, para que la Iglesia busque en las plazas nuevos obreros para
trabajar en la Viña del Señor. Te lo pedimos Señor.
- Te
pedimos Padre, por los gobernantes de todos los pueblos, para que se esfuercen
en ir al encuentro de los pobres y busquen el bien de todos, desde la justicia
y la solidaridad. Te lo pedimos Señor.
- Te
pedimos Padre, por los que trabajan por la paz en la familia, el trabajo, la
comunidad eclesial y abran caminos nuevos de justicia y amor. Te lo pedimos Señor.
- Te
pedimos Padre, por nuestras comunidades parroquiales, llenas de la savia de
Jesús, sean un lugar de encuentro para las personas, un espacio de esperanza y
de ánimo para todos los que sufren. Te lo pedimos Señor.
8.- Padre Nuestro…
9.- Abrazo de paz…
10.- Bendición final.
En el rezo individual o en una celebración
comunitaria presidida por un ministro no ordenado, se dice: V. El Señor nos
bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando
y abriros contemplando” (S. Juan de la Cruz).
P. Julio González C.
Pastoral de Espiritualidad Carmelitana.
Página Web de la Parroquia Virgen del Carmen: www.carmelitasviña.cl.