EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 13,18-21.
Jesús dijo entonces: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré
compararlo?
Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció, se
convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se cobijaron en sus ramas".
Dijo también: "¿Con qué podré comparar el Reino de Dios?
Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de
harina, hasta que fermentó toda la masa".
Leer el comentario del Evangelio por
San Ambrosio (v. 340-397), obispo de Milán y doctor de la Iglesia
Comentario sobre el evangelio de Lucas, VII, 176-180; SC 52
El grano de mostaza
Veamos por qué el Reino de los cielos se compara con un grano de mostaza,
recuerdo otro pasaje refiriéndose a este; el grano de mostaza se compara a la fe,
cuando el Señor dijo: "Si tuvierais fe como un grano de mostaza, le diríais a la
montaña: ve y pósate en el mar» (Mt 17,20)... Si el Reino de los cielos es como un
grano de mostaza y la fe también como un grano de mostaza, la fe es ciertamente
el Reino de los cielos y el Reino de los cielos es la fe. Tener fe, es tener el Reino de
los cielos... Por ello Pedro, que tenía realmente fe, recibió las llaves del Reino de los
cielos para abrirlo también a otros (Mt 16,19).
Apreciemos ahora cuál es el alcance de la comparación. Esa semilla es sin
duda una cosa común y simple, pero si se tritura, extiende su fuerza. De igual
modo, la fe parece simple a primera vista, pero visitada por la adversidad, expande
su fuerza... Granos de mostaza, nuestros mártires Félix, Nabor y Víctor: tenían el
perfume de la fe, pero lo ignoraban. Cuando llegó la persecución, depusieron las
armas, ofrecieron su cuello y, sacrificados por el espada, extendieron la belleza de
su martirio «hasta los confines de la tierra» (Sal. 18,5)...
El mismo Señor, es un grano de mostaza: mientras no fue agredido, el pueblo
no lo conocía; eligió ser triturado...; eligió ser apresado, si bien Pedro dijo: "Las
multitudes te apretujan» (Lc 8,45); optó por ser sembrado, como el grano «que
alguien compra para sembrar en su jardín». Porque es en un jardín, donde Cristo
ha sido plantado y enterrado; si creció en dicho jardín, también en él resucitará...
Por lo tanto también vosotros, sembrad a Cristo en vuestro jardín... Sembrad al
Señor Jesús: él es grano cuando se le siembra, árbol cuando resucita, árbol que
cubre a todo el mundo; es grano cuando es sembrado en la tierra, árbol cuando se
eleva al cielo.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”