DOMINGO/ 29/A 16 OCTUBRE 2011
Isaías 45,1.4-6
Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano: "Doblegaré
ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes, abriré ante él las puertas,
los batientes no se le cerrarán. Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, te llamé
por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías. Yo soy el Señor y no hay
otro; fuera de mí, no hay dios. Te pongo la insignia, aunque no me conoces, para
que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y
no hay otro."
Salmo responsorial: 95
R/Aclamad la gloria y el poder del Señor.
Cantad al Señor un cántico nuevo, / cantad al Señor, toda la tierra. / Contad
a los pueblos su gloria, / sus maravillas a todas las naciones. R.
Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza, / más temible que
todos los dioses. / Pues los dioses de los gentiles son apariencia, / mientras que el
Señor ha hecho el cielo. R.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor, / aclamad la gloria y el poder del
Señor, / aclamad la gloria del nombre del Señor, / entrad en sus atrios trayéndole
ofrendas. R.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado, / tiemble en su presencia la tierra
toda; / decid a los pueblos: "El Señor es rey, / él gobierna a los pueblos
rectamente." R.
1Tesalonicenses 1,1-5b
Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y
en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por
todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro
Padre, recordemos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor
y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien sabemos,
hermanos amados en Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el
Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu
Santo y convicción profunda.
Mateo 22,15-21
En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para
comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos
partidarios de Herodes, y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y que
enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque
no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al
César o no?" Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: "Hipócritas, ¿por qué
me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto." Le presentaron un denario. Él les
preguntó: "¿De quién son esta cara y esta inscripción?" Le respondieron: "Del
César." Entonces les replicó: "Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo
que es de Dios."
COMENTARIOS
ISAÍAS. Este cántico a la investidura de Ciro debe corresponder al momento
en que el nuevo señor de la historia se dispone a avanzar contra Babilonia. Israel
tiene motivos para seguir esperando.
Con una mezcla exquisita de lenguaje imperial de la época y el vocabulario
bíblico de la elección, el profeta logra transmitir su mensaje: Dios habla a través de
Israel y sus gestos hacia Él, pero también habla a través de los acontecimientos de
la historia, de la que es su Señor. Dios pone a la historia (Ciro) al servicio de la
Historia de Salvación (Israel) aunque aquella no sea consciente de ello.
Yahvé habla a Ciro –persona que no conoce a Dios, insiste el texto- y le
habla, para encomendarle una misión. Es decir: el no conocer a Dios no es una
limitación para ser llamados a anunciar sus palabras de consuelo. El monopolio de
la elección de Dios por parte de sólo un pueblo entre todos los pueblos de la
humanidad, se desdibuja ante este relato del profeta. Constatamos que un «no
judío» puede servir también de mediación adecuada para la actuación de Dios.
EVANGELIO. El texto que hoy leemos forma parte de una serie de
controversias entre Jesús y los fariseos y otros grupos sobre temas como el tributo,
la resurrección de los muertos, el mandamiento principal, el hijo de David... Todas
estas controversias tienen como telón de fondo la confrontación de Jesús con la ley
romana.
Las comunidades cristianas que habían optado por otra forma de entender la
relación con Dios, con el Dios de Jesús, no podían entender cómo el emperador se
presentaba como Dios, y se enfrentan a la religión oficial optando por lo alternativo,
que en este caso es la propuesta de vida en pequeñas comunidades de hermanos y
hermanas.
Ya en los albores de la reflexión de la comunidad está la conciencia de que el
emperador no es Dios y nunca lo será, porque Dios es amor, justicia, amor,
igualdad... valores ausentes en cualquier imperio, de cualquier época.
Al solicitar una moneda, que sus interlocutores poseen, pone al descubierto
que aceptan de hecho todo el universo de significados del imperio. Los fariseos y
herodianos se mueven dentro de la lógica del denario, del dominio de unos sobre
otros. En cambio Cristo, con su enigmática respuesta, quita a la moneda todo su
significado religioso y de este modo anula toda la teología en que se fundamenta el
imperio. Lo mismo que en la purificación del Templo, reivindica la teología de Dios:
otro orden en las relaciones que no busca el sometimiento de los unos a los otros
sino la fraternidad, que no busca la explotación sino el servicio…
Juan Alarcón, s.j.
(Extracto de servicios KOINONÍA y de SAL TERRAE: HOMILÉTICA)