EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 5,1-12a.
Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se
acercaron a él.
Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
"Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los
Cielos.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los afligidos, porque serán consolados.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les
pertenece el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en
toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en
el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.
Leer el comentario del Evangelio por
Balduino de Ford (?-v. 1190), abad cisterciense, después obispo
Tratado sobre la vida cenobítica; PL 204, 544s
«Creo en la comunión de los santos»
Queridos hermanos, veamos detalladamente, todo aquello que concierne a
nuestra vida en común, "conservando la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz"
por "la gracia de nuestro Señor Jesucristo y el amor de Dios y la comunión del
Espíritu Santo" (Ef 4,3; 2 Cor 13,13). La unidad del Espíritu procede del amor de
Dios; de la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el vínculo de la paz; de la comunión
del Espíritu Santo, la comunión que es necesaria para aquellos que viven en
común...
«Creo, Señor, en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de
los santos" (Credo). Esta es mi esperanza, mi confianza y mi seguridad en la
confesión de mi fe... Si me das, Señor, "el amor y el amar a mi prójimo" (Mateo
22,37-39), aunque pocos son mis méritos, mi esperanza se eleva muy por encima.
Estoy seguro de que a través de la comunión de la caridad, los méritos de los
santos me serán de utilidad y por lo tanto la comunión de los santos supliran mi
insuficiencia y mi imperfección... La caridad dilata nuestra esperanza en la
comunión de los santos, en la comunión de recompensas. Pero esta vez se refiere
al futuro: es la comunión de la gloria que se revelará en nosotros.
Hay, por tanto, tres tipos de comunión: comunión con la naturaleza, a la que
se añadió la comunión de la culpa..., la comunión de la gracia, y, finalmente, la de
la gloria. Por la comunión de gracia, la comunión de la naturaleza empieza a ser
restaurada y la de la culpa queda excluida, pero por la comunión de la gloria, la de
la naturaleza será reparada perfectamente y la cólera de Dios, será totalmente
excluida, cuando "Dios enjugará toda lágrima de los ojos" de los santos (Is 25,8;
Ap 21,4). Entonces todos los santos serán "un solo corazón y una sola alma" y
"todas las cosas serán comunes," porque Dios será «todo en todos" (Hechos 4:32,
1 Corintios 15:28). Para que logremos esta comunión y seamos uno, que "la gracia
de nuestro Señor Jesucristo, y el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo
estén siempre con todos nosotros. Amén".
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”