XXIX Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A
Homilía basada en el Catecismo de la Iglesia Católica
«Independencia y colaboración entre la Iglesia y el Estado»
I. LA PALABRA DE DIOS
Is 45,1.4-6: «Llevó de la mano a Ciro para doblegar ante él las
naciones»
Sal 95,1 y 3.4s.7.9-10a y c: «Aclamad la gloria y el poder del Señor»
1Ts 1,1-5b: «Recordamos vuestra fe, esperanza y caridad»
Mt 22,15-21: «Pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de
Dios»
II. APUNTE BÍBLICO-LITÚRGICO
En tres Domingos, a partir de hoy, el evangelio nos propone tres consignas para la
vida de la Iglesia: hoy para las relaciones Iglesia-Estado.
La fórmula lapidaria «... al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios» es
un ejemplo de la comprensión de la Palabra por la Tradición viva de la Iglesia (cf
DV 12c). El sentido literal no está claro. La fórmula es una síntesis de las relaciones
Iglesia-Estado: independencia y colaboración para bien del hombre.
III. SITUACIÓN HUMANA
Los ciudadanos y las sociedades intermedias necesitan del Estado. Y éste cae con
frecuencia en la tentación de invadir campos que no son de su competencia,
también en las sociedades democráticas, sobre todo, a través de los medios de
comunicación. La Iglesia ha de promover la actitud de colaboración y de libertad
entre los ciudadanos y el Estado, entre ella misma y el Estado.
Tal vez tengamos tendencia a subrayar excesivamente las respectivas
competencias y campos del César y de Dios. Sin embargo ¿no habráemos de primar
el cuidado del hombre tan sometido a dominación y degradación, y aun de la
misma sociedad?
Si ocurre tal degradación es que el campo de la sociedad ha invadido el de Dios,
porque la causa del hombre es de Dios.
IV. LA FE DE LA IGLESIA
La fe
– «Los que ejercen una autoridad deben ejercerla como un servicio... [que] ha de
manifestar una justa jerarquía de valores...» Para una ampliación de las relaciones
ciudadanos-Estado: 2234-2243.
– Puesto que "toda institución se inspira, al menos implícitamente, en una visión del
hombre y de su destino... la Iglesia invita a las autoridades civiles a juzgar y decidir
a la luz de la Verdad sobre Dios y sobre el hombre... Pertenece a la misión de la
Iglesia «emitir un juicio moral incluso sobre cosas que afectan al orden político
cuando lo exijan los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las
almas...»" (2244).
– «La Iglesia, que por razón de su misión y de su competencia no se confunde en
modo alguno con la comunidad política, es a la vez signo y salvaguarda del carácter
trascendente de la persona humana» (2245).
– Para la comunidad política y la Iglesia: 2244-2246.
La respuesta
– Cumplir los deberes ciudadanos: «... el pago de los impuestos, el ejercicio del
derecho al voto, la defensa del país...» (2240).
– «La actividad política... la organización de la vida social... forma parte de la
vocación de los fieles laicos... deberá atender siempre al bien común y ajustarse al
mensaje evangélico y a la enseñanza de la Iglesia» (2442).
El testimonio cristiano
– «Los fieles laicos se encuentran en la línea más avanzada de la vida de la Iglesia;
por ellos la Iglesia es el principio vital de la sociedad... (Pío XII)» (899).
– «Tan noble es el puesto que Dios les ha asigado que no les está permitido
desertar (Epístola a Diogneto...)» (2240).
La «fórmula lapidaria» regula las relaciones Iglesia-Estado. Pide de los Estados el
cumplimiento de su misión por el bien común, sin sobrepasar sus límites. Y de la
Iglesia la colaboración para elevar la escala de valores de la sociedad. Los fieles
han de cumplir sus deberes ciudadanos y evangelizar la política y la cultura. Así se
va haciendo la nueva creación.
Con permiso de Almudi.org