Fiesta. San Simón y San Judas, apóstoles (28 de octubre)
Lucas 6, 12-16
“Eligió a doce de ellos y los nombró apóstoles”. Con la creación del grupo de los
Doce, Jesús creaba la Iglesia como sociedad visible y estructurada al servicio del
Evangelio y de la llegada del reino de Dios. El número doce hacía referencia a las
doce tribus de Israel, y el uso que Jesús hizo de él revela su intención de crear un
nuevo Israel, el nuevo pueblo de Dios, instituido como Iglesia.
Los doce Apóstoles se convertían, así, en una realidad socio-eclesial
característica, distinta y, en muchos aspectos, irrepetible. Un su grupo destacaba el
apóstol Pedro, sobre el cual Jesús manifestaba de modo más explícito la intención
de fundar un nuevo Israel, con aquel nombre que dio a Simón: „piedra‟, sobre la
que Jesús quería edificar su Iglesia (cf. Mt 16, 18).
El primer elemento constitutivo del grupo de los Doce es, por consiguiente, la
adhesión absoluta a Cristo: se trata de personas llamadas a «estar con él», es
decir, a seguirlo dejándolo todo. El segundo elemento es el carácter misionero,
expresado en el modelo de la misma misión de Jesús, que predicaba y expulsaba
demonios. La misión de los Doce es una participación en la misión de Cristo por
parte de hombres estrechamente vinculados a él como discípulos, amigos,
representantes.
Así, la Iglesia, único rebaño de Dios, como un lábaro alzado entre todos los
pueblos, al comunicar el Evangelio de la paz a todo el género humano, se siente
conducida por la esperanza en su peregrinación hacia la meta de la patria celestial
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)