Estamos unidos unos con otros
22/10/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 13, 1-9
En aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato
había mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus sacrificios.
Jesús les hizo este comentario: «¿Piensan ustedes que aquellos galileos, porque les
sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás galileos? Ciertamente que
no; y si ustedes no se convierten, perecerán de manera semejante. Y aquellos
dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan acaso que eran
más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Ciertamente que no; y
si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante».
Entonces les dijo esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su
viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces al viador: “Mira,
durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he
encontrado. Crtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?”. El viador le contest:
“Seor, déjala todavía este ao; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono,
para ver si da fruto. Si no, el ao que viene la cortaré”». Palabra del Seor.
Oración introductoria
Señor, gracias por tu paciencia y comprensión ante mi debilidad. Dame la gracia de
poder tener este momento de intimidad contigo para que el fuego de la fe y de la
esperanza transformen mi vida en el amor .
Petición
Jesús, que tu voluntad sea mi alegría y la brújula que guíe mi camino.
Meditación
«Deberíamos darnos cuenta que ningún ser humano es una mónada
cerrada en sí misma. Nuestras existencias están en profunda comunión
entre sí, entrelazadas unas con otras a través de múltiples interacciones.
Nadie vive solo. Ninguno peca solo. Nadie se salva solo. En mi vida entra
continuamente la de los otros: en lo que pienso, digo, me ocupo o hago. Y
viceversa, mi vida entra en la vida de los demás, tanto en el bien como en
el mal. Así, mi intercesión en modo alguno es algo ajeno para el otro, algo
externo, ni siquiera después de la muerte. En el entramado del ser, mi
gratitud para con él, mi oración por él, puede significar una pequeña etapa
de su purificación. Y con esto no es necesario convertir el tiempo terrenal
en el tiempo de Dios: en la comunión de las almas queda superado el
simple tiempo terrenal. Nunca es demasiado tarde para tocar el corazón
del otro y nunca es inútil. Así se aclara aún más un elemento importante
del concepto cristiano de esperanza. Nuestra esperanza es siempre y
esencialmente también esperanza para los otros; sólo así es realmente
esperanza también para mí» (Benedicto XVI, Encíclica Spe salvi , n. 48).
Reflexión apostólica
«El Movimiento, de acuerdo con la visión de la Iglesia sobre el hombre,
llena de realismo y sabiduría, reconoce en él un misterio de grandeza y
pequeñez, de santidad y miseria, de fortaleza y debilidad. No se inclina al
pesimismo fatalista, pero tampoco se ilusiona con un optimismo ingenuo. A
este hombre, cargado con frecuencia de íntimas contradicciones, quiere
ofrecerle un camino de superación constante, lleno de esperanza a pesar
de los tropiezos y caídas. Porque está convencido de que el amor de Dios
es más fuerte que la debilidad del hombre» (Manual del miembro del
Movimiento Regnum Christi , n. 17).
Propósito
¿Qué puedo hacer para que otros den frutos y surja en ellos la esperanza?
Diálogo con Cristo
Qué fácilmente tiendo a convertirme en juez de los demás, olvidando mis
debilidades y caídas. Gracias por recordarme hoy la necesidad de vivir
siempre en una actitud de apertura y comprensión. También quiero
agradecerte el que me estés dando la oportunidad de la higuera que no
daba fruto. Sé que estas esperando frutos de santidad y buenas obras y
con tu gracia, Señor, Tú lo harás posible.
«Vivan siempre con la ilusión de no ser más que su maestro, Cristo, y de
no tener en la vida otra esperanza que Él»
( Cristo al centro, n. 728).