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HOMILÍA
31° DOMINGO TIEMPO ORDINARIO CICLO A
Lecturas Bíblicas:
Mal. 1, 14-2,2.8-10
1ª Carta de san Pablo a los cristianos de Tesalónica 1, 5; 2, 7-9.13
Evangelio según san Mateo 23, 1.12
“MI YUGO ES SU VE Y MI C RG LIVI N
En los versículos 2 al 7 del capítulo 23 del evangelio según san Mateo, la
primera parte de la lectura del día, la palabra de Jesús tiene por destinatarios
“alamultitudyasusdiscípulos”(Mt23,1)Mientrasqueapartirdel
versículo 8, Jesús se dirige solamente a sus discípulos. Ésta sería la segunda
parte del evangelio leído el domingo.
No cedamos a la tentación de hacer de la Palabra de Dios un dedo acusador
de los demás. Las expresiones, ciertamente duras, de Jesús, no se refieren
sólo a los maestros de la Ley y los fariseos de su tiempo, sino que están
destinadas a cristianos de todos los tiempos, y de modo especial a quienes
ejercen autoridad en las comunidades eclesiales, que debemos evitar los
defectos a los que alude.
No vamos a detener nuestra reflexión en el enfrentamiento entre Jesús y los
judíos ni en la polémica antijudía de la comunidad cristiana en el momento
en que san Mateo escribió este evangelio.
El Señor tenía mucho respeto por la autoridad religiosa de los maestros de la
ley y los fariseos que se sientanen“lacátedradeMoisés”(Mt23,2)y
exhortaalamultitudaescucharlesyobedecersusenseñanzas“hagany
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cumplanloqueellosdigan”(Mt23,3)ElacentodelaspalabrasdeJesús
está puesto en la práctica más que comprensión y aceptación de las
enseñanzas“Haganycumplan” Precisamente por eso, refiriéndose a los
maestrosyfariseos,afirmaque“dicenynohacen”,yexhortaasusoyentesa
noimitarleseneso“nolosimiten,porquedicenynohacen”(Mt23,3)
A ellos, los escribas (letrados o maestros) y fariseos, les reprocha dos
defectos: la incoherencia de vida y de exigencias y la vanidad .
La incoherencia , porque dicen y no hacen, y porque atan pesados fardos a los
fieles mientras ellos no cumplen esas exigencias impuestas a los otros (Mt.
23,4). No son consecuentes. No enseñan con el testimonio de su vida, que es
loprimeroSoninclementesyseverospara“hacermarcarelpaso”alos
demás. En contraste con esto , con los fardos pesados, el yugo de Jesús es
suave y su carga liviana (Mt. 11, 28-30).
La vanidad ,porquebuscanmostrarse,“ponerseenlavidriera”,priorizanlo
externo, la apariencia, y buscan los primeros puestos y ser reconocidos y
saludadoscontítulosdehonorcomoelde“maestros”(Mt23,5-7). En
contraste con ello , Jesús había enseñado a no obrar para nos vean, tocando la
trompeta delante, sino en lo oculto, escondiéndose, sin que sepa una mano
lo que hace la otra (Mt. 6, 1-6).
En la segunda parte del párrafo, sin dudas Jesús se dirige de modo especial a
sus discípulos,cuandolesdice“ustedesnosehaganllamar”Enesos
tiempos,contextoqueexplicalasexageracionesdeJesús“nosehagan
llamarmaestrosanadiellamenpadrenisellamenjefes”,seexplicanpor
losabusosylos“humos”dequienesteníanautoridad y así lo hacían sentir a
sus subordinados. Lo más importante de estos versículos son estas palabras
que Jesús repite tres veces: uno solo es,unossoloessumaestrounosolo
essuPadre,eldelcielo,unosoloessujefe,elMesíasYencuantoalos
discípulos, son todos iguales, son hermanos. Éste es el mensaje central:
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ustedes son hermanos. Y por ello, deben asumir la actitud del que sirve, del
servidor de los demás, del servidor humilde. Un solo Padre, un solo maestro
a quien imitar, porque hace lo que dice, que es Jesús, y un solo jefe que es el
Mesías.
Nosotros somos los destinatarios de estas palabras de Jesús y de este
evangelio. Debemos asumirlo así, sobre todo quienes tenemos la misión de
estar al frente de las comunidades eclesiales. Las críticas de los escribas y
fariseos, así como las críticas de los malos sacerdotes que leemos en el
Profeta Malaquías (primera lectura): “se han desviado del camino, han hecho
tropezar a muchos …, han pervertido la alianza, … ustedes no siguen mis
caminos y hacen acepción de personas (“cargan fardos pesados”) al aplicar la
Ley. No tenemos todos un solo Padre” (Malaquías 1, 14-2, 2. 8-10), están
hechas como una advertencia para los ministros de todos los tiempos, con
mayor razón hoy, cuando es mucho más importante la autenticidad de vida.
Este domingo, por otra parte, podemos decir que no sólo aquellas dos
lecturas sino también la de san Pablo a los Tesalonicenses puede ser puesta
en relación. Y entonces advertimos, los ministros religiosos, que debemos
estar, como Pablo para los cristianos de Tesalónica, “al servicio” de la
comunidad, ser “condescendientes, como una madre que alimenta y cuida a
sus hijos” con tanto afecto (por ella), hasta entregar, no solamente la Buena
Noticia de Dios, sino también (la) propia vida …trabajo…fatiga…no siéndoles
una carga…dando gracias a Dios por ella porque aceptaron la Palabra de Dios
que actúa en ella (1 Tesalónica 1, 5; 2, 7-9.13).
Entonces sí, Jesús podría decir de estos sacerdotes, ¡Dios lo haga posible!, no
sólo“haganycumplanloqueellosdigan”,sino también ¡imítenlos! Porque
son ministros, servidores, del único Padre, del único Señor o Jefe y del único
Maestro. Y porque transparencia del Padre podrán recibir, por el afecto de
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los fieles, el inmerecido nombrede“padre”conelquelatradicióncristiana
llaman a sus sacerdotes.
Pbro. Hernán Quijano Guesalaga,
Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús,
Capilla Policial San Sebastián,
Paraná, Argentina
Sábado 29 y Domingo 30 de octubre de 2011