Camino del Reino
San Agustín nos dice en insinuacin profunda: “Camina siguiendo al hombre
y llegarás a Dios”. Y Juan Pablo II en su primera encíclica, Redemptor
Hominis, aade: “El evangelio pasa por el hombre”. Todo el secreto de la
antropología cristiana se centra en la Encarnación, Jesús hecho hombre. De
ahí parte nuestra caminada espiritual.
Hablar de Jesucristo Rey es hablar del hombre y la mujer coronados de
gloria y dignidad. La realeza de Jesús se reivindica en la postración última
del ser humano elevado a la misma categoría de Dios. Pero miremos que
Jesús parte del revés de la historia: Desde los últimos, desde el mismo
anteproyecto de humanidad.
En la visión de Ezequiel, Jesús va, como buen Pastor, otra manera de
expresar su Reinado, en búsqueda de la oveja perdida, la que está herida,
hambrienta. No deja a ninguna por fuera de su preocupación, dedicación y
entrega. El evangelio de Mateo traducirá esta ´oveja´ por un ser humano
concreto que define los rasgos más expresivos del Rey: El hambriento,
sediento, peregrino, encarcelado, desnudo, menesteroso.
Jesús se esconde bajo la especie sacramental del más necesitado. Camina
de incógnito allí donde la dignidad del ser humano es expoliada, violada,
confundida. Se hace presente en todo proyecto de humanización y
liberación. Participan del Reino quienes escuchan el clamor del pueblo y
trabajan por la justicia.
Cochabamba 20.11.11.
jesús e. osorno g. mxy
jesus.osornog@gmail.com