“ La Bienaventuranzas "
Mt 5, 1-12
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
Lectio Divina
Las Bienaventuranzas
Las Bienaventuranzas que nos trae el Evangelio de Mateo, también conocido como el sermón
de la montaña, es para nosotros los cristianos como la Carta Magna , Jesús nos la ha dejado
como la regla de vida que nos define como debe ser la vida cristiana que debemos llevar. Por
tanto podemos decir que las palabras de Jesús contenidas en este discurso, no son una serie
de consejos, es mucho más, es la condición de vida que hay que tener con Dios, es la actitud
con nosotros mismos y con todos nuestros hermanos.
Mateo nos relata que: Seguían a Jesús grandes multitudes que llegaban de Galilea, de la
Decápolis , de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania. Al ver a la multitud, Jesús subió a la
montaña, se sentó y sus discípulos se acercaron a él. Entonces tomó la palabra y comenzó a
enseñarles, es por esta razón que se le conoce como el sermón de la montaña. Lucas dice que
Jesús hizo un discurso como este en el llano, por lo que se le conoce como el sermón del llano.
Enseñanza del sermón es aplicable a todos los seres humanos.
¿Estas palabras de Jesús son vigentes ahora?, ¿son estas palabras solo para un determinado
tipo de persona?, ciertamente, que el discurso de Jesús ha mantenido su vigencia por 2000
años y será vigente por siempre, son palabras de vida eterna, como infaliblemente son
palabras para todo aquel que se dispone a oírla. El líder hindú, Mahatma Gandhi, dijo que
cuando sigamos las enseanzas de este sermn, “habremos resuelto los problemas... del
mundo entero”, y agrego además que la " enseanza del sermón es aplicable a todos los seres
humanos.
En efecto, estas enseñanzas de se deben considerar actuales para todo el que escucha. A mi
parecer, todo lo que nos dice Jesús en este discurso, no es difícil de poner en práctica por muy
exigentes que parezcan.
Felices dice el Señor, ¿y quien son los felices?
En el Antiguo Testamento, se definen felices a los viven las indicaciones de la Sabiduría (Sir
25,7-10), también dice. “Guarda los preceptos y los mandamientos que yo te prescribo hoy,
para que seas feliz”, (Deuteronomio (SBJ) 4), “Yahveh tu Dios te bendecirá en todas tus
cosechas y en todas tus obras, y serás plenamente feliz.” (Deuteronomio (SBJ) 16), también en
los Salmos se reza que es “feliz” quien ama al Seor, y feliz el hombre que no sigue el consejo
de los impíos, ni en la senda de los pecadores (Salmos (SBJ) 1,1)
Y nuestro Señor Jesucristo, ratifica quienes son los felices, completando la razón y del porque,
a modo de ejemplo cuando dice: Felices o bienaventurados los pobres de espíritu, porque de
ellos es el reino de los cielos. Pero además Jesús nos esta anunciando una felicidad sin límites,
¡Como?, para Jesús, todos podemos ser felices si estamos unidos a Él.
Comenzar este camino de felicidad que me lleve a encontrar a Dios
En el Sermón de la Montaña , no hay paradojas, hay que comprenderlo en el contexto que
tener a Dios, es toda la máxima felicidad que podemos aspirar, por eso cuando dice: “Felices
los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el reino de los cielos”, el que tiene
el alma de pobre es aquel que se vacía de si mismo y sobre todo renuncia a la presunción de
construir su vida de modo independiente, para dejar, por el contrario, más espacio y atención al
propósito de Dios y a su Palabra.
Esto es olvidarme del camino que llevaba, para comenzar este camino que me lleve a
encontrar a Dios, es decir, desistir de mis planes, en especial esa idea de planificar por cual
camino seguir, buscando que este sea por rutas convenientes a mi esfuerzo, todo lo contrario,
debo estar dispuesto a mentalizarme en un camino pausado, a fin de sentir el gozo del
caminar, pero también empinado, porque no es fácil llegar arriba.
Dos cosas si debo tener en mente, y es que debo tener conciencia que para llegar a
encontrarme con El, debo hacer un largo recorrido, y la otra, que hay una meta, donde puedo
gozar con el Amado.
“Olvido de lo criado,
memoria del Criador,
atención a lo interior,
y estarse amando al Amado”.
(Suma de Perfección de San Juan de la Cruz )
ORACION
¡Oh almas que ya gozáis sin temor de vuestro gozo y estáis siempre embebidas en alabanzas
de mi Dios! Venturosa fue vuestra suerte. Qué gran razón tenéis de ocuparos siempre en estas
alabanzas y qué envidia os tiene mi alma, que estáis ya libres del dolor que dan las ofensas tan
grandes que en estos desventurados tiempos se hacen a mi Dios, y de ver tanto
desagradecimiento, y de ver que no se quiere ver esta multitud de almas que lleva Satanás.
¡Oh bienaventuradas ánimas celestiales! Ayudad a nuestra miseria y sednos intercesores ante
la divina misericordia, para que nos dé algo de vuestro gozo y reparta con nosotras de ese
claro conocimiento que tenéis. (Santa Teresa de Jesús: Las exclamaciones del alma a Dios,
13-1)