Sábado 05 de Noviembre de 2011
Sábado 31ª semana de tiempo ordinario 2011
Romanos 16,3-9.16.22-27
Hermanos: Saludos a Prisca y Aquila, colaboradores míos en la obra de
Cristo Jesús; por salvar mi vida expusieron su cabeza, y no soy yo sólo quien les
está agradecido, también todas las Iglesias de los gentiles. Saludad a la Iglesia
que se reúne en su casa. Saludos a mi querido Epéneto, el primer convertido de
Cristo en Asia. Saludos a María, que ha trabajado mucho por vosotros. Saludos
a Andrónico y Junia, mis paisanos y compañeros de prisión, ilustres entre los
apóstoles, que llegaron a Cristo antes que yo. Saludos a Ampliato, mi amigo en
el Señor. Saludos a Urbano, colaborador mío en la obra de Cristo, y a mi querido
Estaquis. Saludaos unos a otros con el beso ritual. Todas las Iglesias de Cristo
os saludan. Yo, Tercio, que escribo la carta, os mando un saludo en el Señor. Os
saluda Gayo, que me hospeda, y toda esta Iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de
la ciudad, y nuestro hermano Cuarto.
Al que puede fortaleceros según el Evangelio que yo proclamo, predicando
a Cristo Jesús, revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos
eternos y manifestado ahora en los escritos proféticos, dado a conocer por
decreto del Dios eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe,
al Dios, único sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Salmo responsorial: 144
R/Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.
Día tras día, te bendeciré / y alabaré tu nombre por siempre jamás. /
Grande es el Señor, merece toda alabanza, / es incalculable su grandeza. R.
Una generación pondera tus obras a la otra, / y le cuenta tus hazañas. /
Alaban ellos la gloria de tu majestad, / y yo repito tus maravillas. R.
Que todas las criaturas te den gracias, Señor, / que te bendigan tus
fieles; / que proclamen la gloria de tu reinado, / que hablen de tus hazañas. R.
Lucas 16,9-15
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: "Ganaos amigos con el
dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El
que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es
honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de
fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis
de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a
dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará
al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero."
Oyeron esto unos fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de él. Jesús
les dijo: "Vosotros presumís de observantes delante de la gente, pero Dios os
conoce por dentro. La arrogancia con los hombres Dios la detesta."
COMENTARIOS
Para Lucas la acumulación de dinero es pecado, es escándalo frente a los
pobres. San Ambrosio, gran teólogo y obispo del siglo IV, dijo: “Los regazos de
los pobres, las casas de las viudas, las bocas de los niños son los graneros que
permanecen para siempre”.
¿Cómo y para qué administramos el dinero? ¿Cuál es la ética económica
compatible con el Evangelio?
Nadie puede servir a Dios y al dinero. El dinero encadena y esclaviza al
hombre, absorbe sus fuerzas, lo domina.
Dios quiere ser conocido, amado, servido y alabado con toda nuestra
mente y nuestro corazón. Desde la creación, Dios nos hizo administradores de
las cosas de la tierra para cuidarlas, hacerlas fructificar con respeto y
compartirlas con justicia. Esto, a pesar de su magnitud, es lo poco. Lo mucho
son las bienaventuranzas del Reino. Sólo al que sabe administrar debidamente
lo poco, se le confía lo mucho: Heredar la tierra del reinado de Dios que está
reservado sólo para aquellos que sepan ir abriéndole surcos en el aquí y ahora
de la historia.
Juan Alarcón, s.j..
(Extracto de servicios KOINONÍA)