Optar por el bien mayor: el amor
2011-11-05
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 16, 9-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Con el dinero, tan lleno de injusticias,
gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo. El que es fiel
en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en las
cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes no son fieles
administradores del dinero, tan lleno de injusticias, ¿quién les confiará los bienes
verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les confiará
lo que sí es de ustedes?
No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se
apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes
servir a Dios y al dinero».
Al oír estas cosas, los fariseos, que son amantes del dinero, se burlaban de Jesús.
Pero Él les dijo: «Ustedes pretenden pasar por justos delante de los hombres; pero
Dios conoce sus corazones, y lo que es muy estimable para los hombres es
detestable para Dios». Palabra del Señor.
Oración introductoria
¡Señor, soy un pobre que necesita todo de Ti! Mi apego a lo pasajero, mi soberbia y
autosuficiencia me alejan fácilmente del camino a la santidad. Ven e ilumina esta
meditación para que sea la fuerza que me lleve a ponerte, ¡siempre!, como Rey y
Señor de mi vida.
Petición
Señor, permite que sepa como crecer en la humildad, para poder crecer en el amor.
Meditación
Optar por el bien mayor: el amor
«En verdad, la vida es siempre una opción: entre honradez e injusticia, entre
fidelidad e infidelidad, entre egoísmo y altruismo, entre bien y mal. Es incisiva y
perentoria la conclusión del pasaje evangélico: "Ningún siervo puede servir a dos
amos: porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al
primero y no hará caso del segundo". En definitiva —dice Jesús— hay que
decidirse: "No podéis servir a Dios y al dinero" (Lc 16, 13). La palabra que usa para
decir dinero —"mammona"— es de origen fenicio y evoca seguridad económica y
éxito en los negocios. Podríamos decir que la riqueza se presenta como el ídolo al
que se sacrifica todo con tal de lograr el éxito material; así, este éxito económico se
convierte en el verdadero dios de una persona.
Por consiguiente, es necesaria una decisión fundamental para elegir entre Dios y
"mammona"; es preciso elegir entre la lógica del lucro como criterio último de
nuestra actividad y la lógica del compartir y de la solidaridad. Cuando prevalece la
lógica del lucro, aumenta la desproporción entre pobres y ricos, así como una
explotación dañina del planeta. Por el contrario, cuando prevalece la lógica del
compartir y de la solidaridad, se puede corregir la ruta y orientarla hacia un
desarrollo equitativo, para el bien común de todos.
(Benedicto XVI, 23 de septiembre de 2007).
Reflexión apostólica
«La pobreza cristiana comporta una visión eminentemente positiva de las criaturas:
no las menosprecia, sino que reconoce su verdadero valor de medios que Dios pone
a disposición del hombre para alcanzar los objetivos esenciales de la vida, y
suavizar su tránsito por el mundo hacia la eternidad y como talentos que hay que
hacer fructificar» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 196).
Propósito
Practicar el desprendimiento de los bienes materiales donando algo que me gusta a
la Cáritas parroquial.
Diálogo con Cristo
Señor Jesús, el que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes. Tú
me conoces, sabes cuánto me cuesta desprenderme de mis preocupaciones.
Gracias por recordarme que sólo Tú debes ser el criterio para mi plan de vida.
Señor, no permitas que salga de esta oración sin conocer esas cosas pequeñas en
las que te estoy siendo infiel y ayúdame a estar convencido que necesito
desprenderme de todo lo que pueda alejarme de tu amor.
«Caminen siempre por la senda de una fe viva, operante y luminosa que les
permita iluminar todos los acontecimientos de su vida con la luz de Dios y les ayude
a ser fieles y perseverantes hasta la muerte»
( Cristo al centro, n. 953).