XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
ARRIESGAR LA VIDA SIENDO CREATIVOS
La Palabra: “Debías haber puesto mi dinero en el banco para que al volver yo,
pudiera recoger lo mío” (Mt 25, 14-30).
1. En una primera lectura esa parábola puede sugerir que Dios es un tirano: ha
dado a cada persona unos talentos para que trabajando saquen rendimiento que
luego devuelven al amo. Nada tiene que ver eso con el revelado en Jesús de
Nazaret. El significado es otro: el Creador ha confiado y confía en los seres
humanos; hemos sido puestos en manos de nuestra propia decisión, con libertad
para programar nuestra existencia como nos parezca y orientar nuestras cualidades
o talentos en uno u otro sentido.
2. Pero la confianza implica creatividad por nuestra parte. La misma parábola se
cuenta en otros escritos del mundo judío, pero de forma distinta que en el
evangelio: el que ha guardado sus talentos para no perderlos en una inversión
bancaria, es alabado por el amo. Según la versión del evangelio, es tachado de
“negligente y holgazán”, no ha sido creativo.
3. Ese empleado tuvo miedo al riesgo. No aceptó exponerse a los cambios del
tiempo y de la sociedad. En el fondo se dejó paralizar por el miedo a perder sus
seguridades y por el miedo al amo que le había entregado los talentos. Todos
vemos a nuestra sociedad desangrarse a causa de las emigraciones y a veces por
las luchas que hay dentro de la misma. Aunque tenga en esta sociedad cubana su
propia versión, el fenómeno se da hoy en casi todos los pueblos. Pero lo más grave
que puede ocurrirnos es abdicar de la propia responsabilidad y renunciar a ser
creativos allí donde nos ha tocado vivir y convivir. El evangelio de hoy quiere
corregir esa patología nefasta.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net