Sábado 12 de Noviembre de 2011
Sábado 32ª semana de tiempo ordinario 2011
Sabiduría 18,14-16;19,6-9
Un silencio sereno lo envolvía todo, y, al mediar la noche su carrera, tu
palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín inexorable, desde el trono real de
los cielos al país condenado; llevaba la espada afilada tu orden terminante; se
detuvo y lo llenó todo de muerte; pisaba la tierra y tocaba el cielo. Porque la
creación entera, cumpliendo tus órdenes, cambió radicalmente de naturaleza, para
guardar incólumes a tus hijos. Se vio la nube dando sombra al campamento, la
tierra firme emergiendo donde había antes agua, el mar Rojo convertido en camino
practicable y el violento oleaje hecho una vega verde; por allí pasaron, en
formación compacta, los que iban protegidos por tu mano, presenciando prodigios
asombrosos. Retozaban como potros y triscaban como corderos, alabándote a ti,
Señor, su libertador.
Salmo responsorial: 104
R/Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Cantadle al son de instrumentos, / hablad de sus maravillas; / gloriaos de su
nombre santo, / que se alegren los que buscan al Señor. R.
Hirió de muerte a los primogénitos del país, / primicias de su virilidad. / Sacó
a su pueblo cargado de oro y plata, / y entre sus tribus nadie tropezaba. R.
Porque se acordaba de la palabra sagrada / que había dado a su siervo
Abrahán, / sacó a su pueblo con alegría, / a sus escogidos con gritos de triunfo. R.
Lucas 18,1-8
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar
siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: "Había un juez en una ciudad
que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una
viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario." Por algún
tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los
hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar
pegándome en la cara."" Y el Señor añadió: "Fijaos en lo que dice el juez injusto;
pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará
largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del
hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?"
COMENTARIOS
En este pasaje Lucas hace explícita mención del objetivo de las palabras de
Jesús: “Inculcarles que hace falta orar siempre sin cansarse”, y tiene un carácter
redaccional y teológico. La viuda que pide justicia („hacer justicia‟ aparece cuatro
veces) es el ejemplo de la insistencia y de la persistencia.
Pero cabe preguntarnos, ¿es que Dios necesita de nuestra oración insistente
cual juez que no respeta a los hombres? La clave para resolver esta contradicción
viene dada por la pedagogía que presentan las palabras de Jesús. Por un lado
tenemos la dimensión de la práctica y por otro la de la fe. La práctica representada
en el ámbito de las leyes humanas, y la fe circunscrita al ámbito de la relación con
Dios. El pedir justicia en el ámbito humano y el no cansarnos de confiar (tener fe)
en que Dios es el último y máximo juez. En este camino de reflexión podemos notar
que lo que se presenta contradictorio en primera instancia, se hace
complementariedad en nuestras vidas de cristianos y cristianas.
Juan Alarcón, s.j..
(Extracto de servicios KOINONÍA)