¿Dónde sucederá esto, Señor?
Lc 17, 26-37:
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. EN LOS DÍAS DEL HIJO DEL HOMBRE
Para comprender mejor este relato, hay que repasar unos versículos anteriores, a los
apóstoles les “llegará tiempo en que desearán ver un solo día del Hijo del hombre, y no lo
verán.” Esta frase debe de aludir a los sufrimientos de los apóstoles después de la
ascensión de Jesucristo, y a su ansia de poder ver uno de esos “días” en que con su triunfo
El los confortase. Pero no lo verán entonces, cuando ellos quieran, sino en el momento en
que El se revele (hech 1:3). Para otros la solución no es desear ver “un solo día,” sino
desear “mucho” ver “el día del Hijo del hombre,” en cierto paralelo con la expresión
evocadora del “día de Yahvé” en su, forma triunfal, ante la calamidad que le preceda.
Que no hagan caso a dichos sobre su manifestación, porque esa manifestación será
resplandeciente y visible para todos, como la luz del rayo en el horizonte. Esta venida será
después de su muerte, pues antes “ha de sufrir mucho y ser reprobado por esta
generación.”
2. SUCEDERÁ COMO EN TIEMPOS DE NOÉ.
Además, esta venida será inesperada, súbita. Sucederá como en tiempos de Noé. La gente
comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los
hizo morir a todos. Sucederá como en tiempos de Lot.
Para ilustrarlo el relato nos trae los ejemplos de los días de Noé y de Lot. Esto indica el
descuido en que estarán los hombres hasta ese día, que puede ser una pequeña época.
Entonces el que esté en la azotea de la casa, no baje a buscar los enseres, sino que huya y
el que esté en el campo, no vuelva atrás. Todo esto se dice para exponer la prontitud de
esta venida y el poder, ante ella, ponerse a salvo. Y se refuerza con una sentencia que se
lee en Jn, y que aquí se la toma en un sentido distinto: el que crea estar seguro no huyendo
perderá la vida, y viceversa (Jn 12:25).
A la hora de la parusía no habrá tiempo para “bajar” a buscar, ¿por qué?, los enseres de la
casa, ni el que esté en el “campo” para ir a otro sitio. Se acabó el tiempo (cf. 1 Tes 4:15ss).
3. LES ASEGURO QUE EN ESA NOCHE, DE DOS QUE ESTÉN EN EL MISMO
LECHO, UNO SERÁ LLEVADO Y EL OTRO DEJADO
Y tan imprevista será esta venida, que dos personas que estén juntas, una, en esa venida,
experimentará los efectos disciplinarios, y otra no. Modo de expresar lo que será el castigo
de la ofensiva en la intimidad de los hogares.
Y a la pregunta que le hacen: “¿Dónde sucederá esto?” Jesús no les responde. Deben estar
todos alerta. Pero que sepan que “Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres”. Es un
proverbio que les hacer ver que esta venida será allí donde esté determinado por el plan de
Dios.
Esta venida de Jesucristo no exige una presencia sensible suya, sino una presencia moral:
su presencia en poder, al verse la destrucción de Jerusalén por El vaticinada. Con ello
aparece Cristo “viniendo” en “poder.” Esto confortará a los discípulos cuando lo sepan, pues
verán una vez más confirmada la palabra del Señor.
4. EN EL MUNDO CONVIVIMOS JUNTOS, HOMBRES BUENOS Y HOMBRES MALOS
En el mundo convivimos juntos, hombres buenos y hombres malos, ricos y pobres, y no
todos los ricos son injustos ni todo los pobres son buenos, eso lo sabe el Señor. El Señor
sabe a quien elige por su fe, El sabe a quien acepta y a quien deja. De todos los que están
caídos por la debilidad humana uno es abandonado, esto es, reprobado y el otro es
aceptado. Los que practiquen una vida buena y humilde, serán aceptados; los que lleven
una mala vida, egoísta y empapados de la soberbia, serán reprobados.
No nos preocupemos de atarnos a las cosas de este mundo con tanto afán, no vivamos
pensando en las cosas materiales, en los goces y placeres, en otra palabras no nos
preocupemos en demasía por lo temporal, hagámoslo por nuestra salvación, nada hay en
este mundo que pueda comparase con el cielo.
5. ¿QUÉ NOS QUIERE COMUNICAR JESÚS?
Ahora nos preguntamos, ¿Qué nos quiere comunicar Jesús?. En el Evangelio de Mateo 24
nos dice: Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor? Es cierto
que no sabemos cuando será este día, sin embargo sabemos como debemos estar
preparados, y lo mas seguros que nos sorprenderá, porque vivimos en un ciega confianza
que nos prepararemos a última hora, es muy común dejar todo para última hora. Pero,
¿Cómo estamos de preparados para rendir cuentas si nos la pidieran en este minuto?
¿Nuestra vida es para ser pasada por un examen?, ¿hemos llevado una vida recta?,
¿hemos hecho buenas obras?, ¿Lo que hacemos por nuestro prójimo es por amor o por
algún interés en particular?
Reflexionemos que significa para nosotros esa venida del Señor, talvez estemos algo
equivocado de como va a ser esta venida, como en el caso de los judíos, recordemos que
ellos estaban esperando un Mesías distinto a como se presento Jesús, por eso, cuando
vino El, no fueron capaces de reconocer al Hijo de Dios.
Es decir, Jesús ya vino por primera vez pero no vino, como así sabemos, para muchos que
lo rodearon, lo vieron y lo escucharon, de estos algunos pudieron reconocer en él, el
Mesías, el Hijo de David, pero otros se burlaron y lo coronaron con espinas. ¿No nos irá a
pasar lo mismo a nosotros? ¿Vivimos preparados para esta segunda venida? Pues si no
aprendemos lo que nos enseñó en su primera venida, si no profundizamos en sus palabras,
jamás seremos capaces de reconocerlo y experimentar el gozo de su segunda venida.
6. ESTAR ATENTOS Y VIGILANTES
En relato Jesús nos exhorta a estar atentos y vigilantes, ya que no conocemos ni el día ni la
hora de su venida, y no lo hace para que nos desesperemos, no pretende angustiarnos, lo
que quiere es motivarnos en una siempre activa vigilancia, y en una prudente espera,
porque la angustia o temor, no es cosa de Dios, lo que si es cosa de El, la bondad, la paz y
la serenidad de espíritu.
La vigilancia debe ser en aquello que nos aparta de Dios, lo que nos aleja del cumplimiento
de nuestros deberes, también para estar atentos para responder adecuadamente al llamado
del Señor.
El Señor les Bendiga