EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Marcos 13,33-37.
Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento.
Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus
servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en
vela.
Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa, si al
atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana.
No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos.
Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!".
Comentario del Evangelio por
San Elredo de Rievaulx (1110-1167), monje cisterciense
Sermón para Adviento
La venida del Señor
Ha llegado para nosotros, queridos hermanos, el momento en que debemos
"cantar la bondad y la justicia del Señor" (Sal 100,1). Se trata de la venida del
Señor, la venida del Maestro de todo el que viene y que vendrá (Ap 1,8). Pero,
¿cómo y de dónde va a venir, cómo y de dónde viene? ¿No había dicho: "¿no lleno
el cielo y la tierra? "(Jer 23,24) ¿Cómo viene, entonces, del cielo a la tierra, si es él
quien llena el cielo y la tierra? Escucha el Evangelio: "Estaba en el mundo y el
mundo fue hecho por él y el mundo no lo conoció" (Jn 1:10). Él está presente y
ausente al mismo tiempo: presente, porque estaba en el mundo; ausente, porque
el mundo no lo había conocido... ¿Cómo no iba a estar lejos, si no fue reconocido,
ni creído, ni temido, ni amado? ...
Viene para que le conozcamos, aquel que no fue reconocido; para que le creamos,
aquel en que no creímos; para que le temamos, aquel que no fue temido; para que
le amemos, aquel que no fue querido.
El que estuvo presente en su naturaleza, viene en su misericordia... Pensad
en Dios y ver lo que significa para él dejar tanto poder, cómo se humilla tan gran
potencia, cómo se debilita tanta fuerza, y cómo se hace irracional tanta sabiduría.
¿Era, acaso, un deber de justicia para con los hombres? ¡Por supuesto que no! ...
En verdad, Señor, no es mi justicia, sino tu misericordia, la que te ha guiado;
no es tu pobreza, sino mi necesidad. En efecto, tú has dicho: "La misericordia se
construye en el cielo" (Sal 88,3). Así es, ya que la pobreza abundaba en la tierra. Y
es por eso que "Yo cantaré para ti, Señor, la misericordia" que has demostrado con
tu venida... Cuando se mostró humilde en su humanidad, poderoso en sus
milagros, fuerte contra la tiranía de los demonios, suave en la acogida de los
pecadores, todo esto proviene de su misericordia, todo esto proviene de sus
entrañas bondadosas. Por eso, "Cantaré, Señor, tu misericordia" que has
demostrado desde tu primera venida. Y con razón, porque "la tierra está llena de la
misericordia del Señor" (Salmo 118,64).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”