Domingo de Jesucristo, Rey del Universo
XXXIV del Tiempo Ordinario (A)
Padre Camilo Maccise, OCD
1. Con la solemnidad de Cristo Rey llegamos al final del año litúrgico. El domingo
próximo será el primero del Adviento. El fin de un año y el principio de otro nos
hacen tomar conciencia de la fugacidad del tiempo y de una historia que llegará a
su término; de una historia que camina hacia el punto final que es Cristo. Todo fue
creado por Él y para Él y todo subsiste en Él. Su Reino se va abriendo paso en la
historia y consiste en que vivamos como hijos e hijas de Dios responsables; como
hermanos y hermanas en la fraternidad y en que compartamos el mundo en la
justicia y en la paz. El Reino de Dios es para toda la humanidad y los cristianos
estamos llamados a manifestarlo y a trabajar para que se abra paso en la historia.
El reino de Dios es la humanidad finalmente reconciliada y unida con Dios.
2. El evangelio de hoy nos presenta a Jesús que, como rey, al final de la historia,
juzgará a la humanidad. No es un rey que despliega su poder, sino un rey que se
identifica con las personas necesitadas: ￿yo les aseguro que, cuando lo hicieron
con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron￿. Un rey que
manifiesta su grandeza al perdonar y mostrar su misericordia; que no ha venido a
ser servido sino a servir y dar la vida por nosotros. Al final de la historia entregará
al Padre su reino de justicia, de amor y de paz para que Dios sea todo en todas las
cosas. Por eso todo camina hacia Él y todo será transformado por Él.
3. Al final de nuestra vida y de la historia seremos juzgados. El evangelio de hoy
nos da a conocer la materia de nuestro examen. Si supiéramos qué nos van a
preguntar en la escuela cuando nos vamos a examinar estaríamos preparados y
seguros. Pues bien, Cristo nos ha revelado en qué seremos examinados: en lo que
hayamos hecho al servicio de nuestros hermanos y hermanas, es decir, en el amor.
Un amor que hoy exige una dimensión social: trabajar para que todo mundo tenga
un empleo justamente retribuido y así pueda comer y beber dignamente; luchar
para que en la sociedad se respeten los derechos humanos, haya programas de
salud, se evite todo lo que es opresión y discriminación. Al término de nuestra
existencia terrena seremos examinados por Cristo en el amor.
Camilo Maccise