Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 34, Sábado
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: El poder real y el dominio serán entregados al
pueblo de los santos del Altísimo * Estad siempre despiertos, para escapar
de todo lo que está por venir
Textos para este día:
Daniel 7,15-27:
Yo, Daniel, me sentía agitado por dentro, y me turbaban las visiones de mi fantasía.
Me acerqué a uno de los que estaban allí en pie y le pedí que me explicase todo
aquello. Él me contestó, explicándome el sentido de la visión: "Esas cuatro fieras
gigantescas representan cuatro reinos que surgirán en el mundo. Pero los santos
del Altísimo recibirán el reino y lo poseerán por los siglos de los siglos."
Yo quise saber lo que significaba la cuarta fiera, diversa de las demás; la fiera
terrible, con dientes de hierro y garras de bronce, que devoraba y trituraba y
pateaba las sobras con las pezuñas; lo que significaban los diez cuernos de su
cabeza, y el otro cuerno que le salía y eliminaba a otros tres, que tenía ojos y una
boca que profería insolencias, y era más grande que los otros. Mientras yo seguía
mirando, aquel cuerno luchó contra los santos y los derrotó. Hasta que llegó el
anciano para hacer justicia a los santos del Altísimo, y empezó el imperio de los
santos.
Después me dijo: "La cuarta bestia es un cuarto reino que habrá en la tierra,
diverso de todos los demás; devorará toda la tierra, la trillará y triturará. Sus diez
cuernos son diez reyes que habrá en aquel reino; después vendrá otro, diverso de
los precedentes, que destronará a tres reyes; blasfemará contra el Altísimo e
intentará aniquilar a los santos y cambiar el calendario y la ley. Dejarán en su
poder a los santos durante un año y otro año y otro año y medio. Pero, cuando se
siente el tribunal a juzgar, le quitará el poder, y será destruido y aniquilado
totalmente. El poder real y el dominio sobre todos los reinos bajo el cielo serán
entregados al pueblo de los santos del Altísimo. Será un reino eterno, al que
temerán y se someterán todos los soberanos.
Lucas 21,34-36:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Tened cuidado: no se os embote la
mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de
repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la
tierra. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está
por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre."
Homilía
Temas de las lecturas: El poder real y el dominio serán entregados al pueblo de
los santos del Altísimo * Estad siempre despiertos, para escapar de todo lo que está
por venir
1. Mensaje Final
1.1 Con la liturgia de este día llegamos al final de este año litúrgico. Mañana,
primer domingo de adviento, se inicia el siguiente año. Y el mensaje final es claro
en medio de la compleja red de símbolos de la primera lectura: grandes combates,
grandes luchas, pero un solo vencedor y una sola victoria: la del "pueblo de los
elegidos del Altísimo", según el bello nombre que nos da Daniel en su texto de hoy.
1.2 Así pues deben quedarnos claras las dos cosas: que hay combate y que hay
victoria. Como hay combate, debemos prepararnos; como hay victoria, deben estar
firmes nuestros corazones y no cejar en su empeño ni dejar de cantar las alabanzas
del Único que es grande y santo.
2. Orar y Vigilar
2.1 El evangelio de hoy está en esa misma tónica: estar despiertos pero no
angustiados; atentos pero no desesperados; vigilantes del peligro pero no
obsesionados con él. Y sobre todo: orar. Dejar de orar ya es perder.
2.2 Necesitamos de la oración para que nuestros ojos vean como Dios ve.
Necesitamos de la oración para que nuestras fuerzas no sean sólo las nuestras, sino
las de Él, que es el único que conoce la magnitud, dirección y perversidad de lo que
tendremos que sufrir. Necesitamos de la oración porque ninguna previsión será
perfecta y ningún razonamiento podrá deducir cuándo es aquel día y aquella hora.
Necesitamos de la oración, en fin, porque ¿qué podrán temer los que han de
comparecer ante el mismo que les concedió orar con fe, con esperanza y con amor?