Comentario al evangelio del Sábado 10 de Diciembre del 2011
Querido amigo/a:
No podía faltar en este Adviento, como en todo tiempo litúrgico, una referencia martirial; es decir, un
recordatorio no agradable, pero no por ello irreal, de que a todo seguidor de Jesús, le sucederán
incomprensiones, cruces, persecuciones… Le sucedió al profeta por excelencia de la Antigua Alianza:
Elías, como hoy nos recuerda la liturgia en labios de Jesús. El propio Jesús también advierte que eso le
pasará a Juan el Bautista y le pasará a Él, aunque en ese momento sus discípulos no lo comprenden.
Así le ha pasado también a muchos hombres y mujeres, testigos de Jesús, que han dado su vida por Él.
Sin ir más lejos la joven adolescente cuya memoria libre propone la liturgia de hoy: Santa Eulalia , que
con doce años, no quiso renegar de su fe en Jesús quemando incienso a los dioses paganos como
obligaba el decreto del emperador Diocleciano en su cruenta persecución contra los que profesaban su
fe en Cristo.
Ser seguidor de Jesús, también tiene sus incomprensiones. Comprende que no te comprendan; acepta
que no te reconozcan. No por ello pierdas la alegría de vivir y la fuerza y motivación para hacer lo que
crees que tienes que hacer. Hay veces que encontrarás aceptación y reconocimiento y otras veces no.
Mirar a esta realidad martirial nos ayuda a aceptar esos momentos en los que no somos reconocidos ni
comprendidos, porque no somos los únicos y porque no por ello debemos de dejar de hacer lo que
sentimos que Dios nos pide.
Los que no son reconocidos son todos aquellos hermanos nuestros que sufren en propia persona los
castigos del hambre, de la violencia en todas sus formas, de la injusticia en todas sus extorsiones… y
por los que hoy te invito a hacer memoria en este 63 aniversario de la Declaración de los Derechos
Humanos . Vamos a orar para que este aniversario que hoy se celebrará en muchas ciudades del mundo,
sea un estímulo para seguir trabajando en la realidad de estos derechos, especialmente en aquellos
lugares del planeta y entre aquellos hermanos/as que todavía no disfrutan de ellos, todos los excluidos
del sistema.
Vuestro hermano en la fe:
Juan Lozano, cmf.
Juan Lozano, cmf