EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
IV Domingo de Adviento B (18 de Diciembre)
Segundo Libro de Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16.
Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz, librándolo de todos sus
enemigos de alrededor,
el rey dijo al profeta Natán: "Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca
de Dios está en una tienda de campaña".
Natán respondió al rey: "Ve a hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor
está contigo".
Pero aquella misma noche, la palabra del Señor llegó a Natán en estos términos:
"Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: ¿Eres tú el que me va a
edificar una casa para que yo la habite?
Y ahora, esto es lo que le dirás a mi servidor David: Así habla el Señor de los
ejércitos: Yo te saqué del campo de pastoreo, de detrás del rebaño, para que
fueras el jefe de mi pueblo Israel.
Estuve contigo dondequiera que fuiste y exterminé a todos tus enemigos delante de
ti. Yo haré que tu nombre sea tan grande como el de los grandes de la tierra.
Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que tenga allí su morada. Ya
no será perturbado, ni los malhechores seguirán oprimiéndolo como lo hacían
antes,
desde el día en que establecí Jueces sobre mi pueblo Israel. Yo te he dado paz,
librándote de todos tus enemigos. Y el Señor te ha anunciado que él mismo te hará
una casa.
Sí, cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres,
yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus
entrañas, y afianzaré su realeza.
Seré un padre para él, y él será para mí un hijo. Si comete una falta, lo corregiré
con varas y golpes, como lo hacen los hombres.
Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y su trono será estable para
siempre".
Salmo 89(88),2-3.4-5.27.29.
Cantaré eternamente el amor del Señor, proclamaré tu fidelidad por todas las
generaciones.
Porque tú has dicho: "Mi amor se mantendrá eternamente, mi fidelidad está
afianzada en el cielo.
Yo sellé una alianza con mi elegido, hice este juramento a David, mi servidor:
"Estableceré tu descendencia para siempre, mantendré tu trono por todas las
generaciones".
El me dirá: "Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora".
Le aseguraré mi amor eternamente, y mi alianza será estable para él;
Carta de San Pablo a los Romanos 16,25-27.
¡Gloria a Dios, que tiene el poder de afianzarlos, según la Buena Noticia que yo
anuncio, proclamando a Jesucristo, y revelando un misterio que fue guardado en
secreto desde la eternidad
y que ahora se ha manifestado! Este es el misterio que, por medio de los escritos
proféticos y según el designio del Dios eterno, fue dado a conocer a todas las
naciones para llevarlas a la obediencia de la fe.
¡A Dios, el único sabio, por Jesucristo, sea la gloria eternamente! Amén.
Evangelio según San Lucas 1,26-38.
En el sexto mes, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret,
a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de
David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el
Señor está contigo".
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar
ese saludo.
Pero el Angel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido.
Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús;
él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de
David, su padre,
reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin".
María dijo al Angel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún
hombre?".
El Angel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.
También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era
considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes,
porque no hay nada imposible para Dios".
María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has
dicho". Y el Angel se alejó.
Comentario del Evangelio por
San Bernardo (1091-1153), monje cisterciense y doctor de la Iglesia
Homilía 4 sobre «Missus est », §8-9
«No temas, María»
Oíste, Virgen, que concebirás y darás a luz a un hijo; oíste que no era por
obra de varón, sino por obra del Espíritu Santo. Mira que el ángel aguarda tu
respuesta, porque ya es tiempo que se vuelva al Señor que lo envió. También
nosotros, los condenados infelizmente a muerte por la divina sentencia, esperamos,
Señora, esta palabra de misericordia. Se pone entre tus manos el precio de nuestra
salvación; en seguida seremos librado si consientes. Por la Palabra eterna de Dios
fuimos todos creados, y a pesar de eso morimos; mas por tu breve respuesta
seremos ahora restablecidos para ser llamados de nuevo a la vida...
No tardes, Virgen María, da tu respuesta. Señora Nuestra, pronuncia esta
palabra que la tierra, los abismos y los cielos esperan. Mira: el rey y señor del
universo desea tu belleza, desea no con menos ardor tu respuesta. Ha querido
suspender a tu respuesta la salvación del mundo. Has encontrado gracia ante de él
con tu silencio; ahora él prefiere tu palabra. El mismo, desde las alturas te llama:
«Levántate, amada mía, preciosa mía, ven...déjame oír tu voz» (Cant 2,13-14)
Responde presto al ángel, o, por mejor decir, al Señor por medio del ángel;
responde una palabra y recibe al que es la Palabra; pronuncia tu palabra y concibe
la divina; emite una palabra fugaz y acoge en tu seno a la Palabra eterna...
Abre, Virgen dichosa, el corazón a la fe, los labios al consentimiento, las
castas entrañas al Criador. Mira que el deseado de todas las gentes está llamando a
tu puerta. Si te demoras en abrirle, pasará adelante, y después volverás con dolor
a buscar al amado de tu alma. Levántate, corre, abre. Levántate por la fe, corre por
la devoción, abre por el consentimiento.
«Aquí está la esclava del Señor, -dice la Virgen- hágase en mí según tu
palabra.» (Lc 1, 38)
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”