Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Adviento,
Semana No. 3, Jueves
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Como a mujer abandonada te vuelve a llamar el Señor *
Juan es el mensajero que prepara el camino del Señor
Textos para este día:
Isaías 54,1-10:
Alégrate, la estéril, que no dabas a luz, rompe a cantar de júbilo, la que no tenías
dolores: porque la abandonada tendrá más hijos que la casada -dice el Señor-.
Ensancha el espacio de tu tienda, despliega sin miedo tus lonas, alarga tus cuerdas,
hinca bien tus estacas, porque te extenderás a derecha e izquierda. Tu estirpe
heredará las naciones y poblará ciudades desiertas. No temas, no tendrás que
avergonzarte, no te sonrojes, que no te afrentarán. Olvidarás la vergüenza de tu
soltería, ya no recordarás la afrenta de tu viudez. El que te hizo te tomará por
esposa: su nombre es Señor de los ejércitos. Tu redentor es el Santo de Israel, se
llama Dios de toda la tierra.
Como a mujer abandonada y abatida te vuelve a llamar el Señor; como a esposa de
juventud, repudiada -dice tu Dios-. Por un instante te abandoné, pero con gran
cariño te reuniré. En un arrebato de ira te escondí un instante mi rostro, pero con
misericordia eterna te quiero -dice el Señor, tu redentor-.
Me sucede como en tiempo de Noé: juré que las aguas del diluvio no volverían a
cubrir la tierra; así juro no airarme contra ti ni amenazarte. Aunque se retiren los
montes y vacilen las colinas, no se retirará de ti mi misericordia, ni mi alianza de
paz vacilará -dice el Señor que te quiere-.
Lucas 7,24-30:
Cuando se marcharon los mensajeros de Juan, Jesús se puso a hablar a la gente
acerca de Juan: "¿Qué salisteis a contemplar en el desierto? ¿Una caña sacudida
por el viento? ¿O qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con lujo? Los que se
visten fastuosamente y viven entre placeres están en los palacios. Entonces, ¿qué
salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. Él es de quien está
escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti para que prepare el camino ante ti."
Os digo que entre los nacidos de mujer nadie es más grande que Juan. Aunque el
más pequeño en el reino de Dios es más grande que él."
Al oírlo, toda la gente, incluso los publicanos, que habían recibido el bautismo de
Juan, bendijeron a Dios. Pero los fariseos y los maestros de la ley, que no habían
aceptado su bautismo, frustraron el designio de Dios para con ellos.
Homilía
Temas de las lecturas: Como a mujer abandonada te vuelve a llamar el Señor *
Juan es el mensajero que prepara el camino del Señor
1. Un Amor Renovado
1.1 Jerusalén, abandonada y vejada, parecía el símbolo trágico de un futuro sin
esperanza. Por eso el profeta interviene enviando un mensaje de consolación a los
desterrados, cuya más alta concreción se halla en el futuro glorioso de Jerusalén, la
ciudad símbolo de la presencia de Dios en medio de su pueblo.
1.2 Jerusalén, comparada a una viuda o a una divorciada abandonada por el
esposo, pacta nuevamente con el Señor. Se reanuda el tema, glosado ya por Oseas
y Jeremías, del amor de Yahvé a Jerusalén, descrito en forma de imágenes
matrimoniales, sin que por ello el autor pierda originalidad con el empleo de
bellísimas expresiones: "Aunque se retiren los montes y tiemblen los collados, no se
retirará de ti mi misericordia, ni mi alianza de paz vacilará, dice Yahvé, que te
quiere" (v 10). La estabilidad del nuevo pacto de amor iniciativa del esposo, se
afirma recurriendo a la hipótesis de lo imposible.
1.3 Así comenta loos versículos de la primera lectura de hoy F. Raurell en "La Biblia
Día a Día."
2. La grandeza del Bautista
2.1 Llama nuestra atención que Jesús haga un elogio de alguien. No es algo
frecuente en los Evangelios. Y no es poco lo que dice: "nadie mayor...".
2.2 Ahora bien, la traducción incluida en esta página dice: "no ha surgido entre los
hombres nadie mayor que Juan el Bautista", pero está más cercano al texto original
este otro modo: "entre los nacidos de mujer no se ha levantado nadie mayor que
Juan el Bautista". En efecto, la expresión "nacidos de mujer" equivale
materialmente hablando a "los hombres, los seres humanos", pero tiene también
una connotación que no debemos perder: "lo que puede dar una mujer a este
mundo; lo que la carne y la sangre pueden dar a esta tierra; lo que puede lograr el
ser humano desde sus propias fuerzas".
2.3 Y el sentido del texto sería: "lo más grande que puede esperarse del ser
humano, por sus propias fuerzas, es la inmensa honestidad y la carga de verdad
que brilla en Juan, el Bautista". Eso explica lo que sigue: "sin embargo, el más
pequeño en el Reino de los cielos es mayor que él". Juan es el gran "nacido de
mujer, nacido de la carne y la sangre"; en cambio, lo que nace para el Reino, no
nace de la carne y la sangre (cf. Jn 1,13). Se anuncia aquí el misterio del nuevo
nacimiento, que sólo se hace posible por la gracia de Cristo, y que es imposible por
el sólo arrepentimiento y la conciencia de la indigencia humana.