¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?
Mt 17, 10-13
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. ¿POR QUÉ DICEN LOS ESCRIBAS QUE PRIMERO DEBE VENIR ELÍAS?
El capitulo 17 de Mt comienza: Jesús Tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan su
hermano, y les hizo subir aparte a un monte alto, y fue transfigurado delante de ellos. Su
cara Resplandeció como el sol, y sus vestiduras se hicieron blancas como la luz y aquí les
aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. (Mt, 17, 1-3), luego mas adelante dice:
Mientras ellos descendían del monte, Jesús les Mandó, diciendo: No mencionéis la visión a
nadie, hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos. (Mt, 17 9)
Por cuanto este fragmento del evangelio sucede después de esto, y los discípulos
preguntaron a Jesús: ¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?. Los
discípulos hacen esta pregunta basado en la profecías de Malaquías, en la cual dice que
"He Aquí yo Envío al profeta Elías antes de que venga el Día del Seor” (Ma 4, 5).
El profeta Malaquías, es quien también dice que: El Hará volver el Corazón de los padres a
los hijos, y el Corazón de los hijos a los padres; no sea que venga yo y golpee la tierra con
destrucción. (Mal 4,6)
2. CRISTO CALMA LA INQUIETUD DE LOS APÓSTOLES
Entonces fue que al bajar del monte, Cristo les prohíbe que hablen con nadie de esta
“visin” hasta después de su resurreccin. Probablemente esta escena tuvo lugar en días
de la fiesta de los Tabernáculos, en los que, junto con la Pascua , se excitaban los ímpetus
revolucionarios de los “zelotes” y sus grupos, junto con el contagio popular por la liberación
de Israel. Si no se les frenaba, máxime supuesta la historicidad de lo “visto,” se les podía
exacerbar el sentimiento del movimiento nacionalista. Y los apóstoles y las gentes galileas
comenzaban a comprometerse en movimientos político-mesiánicos en torno a Cristo (Jn
6:15; Mt 14:22).
Este hecho de su mesianismo les evocaba otra objeción ambiental. Si El era el Mesías,
¿por qué no había venido el profeta Elías, que en la creencia popular se lo suponía vivo y
se lo esperaba como condición previa para ungir y presentar al Mesías a Israel?. Era esto
una creencia ambiental muy elaborada por los rabinos. Cristo calma la inquietud de los
apóstoles y disipa con su enseñanza las interpretaciones materiales y caprichosas de los
rabinos a este propósito.
3. LES ASEGURO QUE ELÍAS YA HA VENIDO
Los discípulos, en vista de esto, creen que esta transformación gloriosa es precisamente la
que acababan de ver en el monte. Pero no sabían los discípulos por las Escrituras la tal
venida de Elías, sino porque lo habían oído de los escribas.
Sin embargo los escribas interpretaban como a ellos les convenía todo lo relativo a la
venida de Elías. Ellos sostenían que, si Jesús era el Cristo, debía ser precedido por Elías.
Jesús resuelve la duda de los discípulos diciendo:“Sí, Elías debe venir a poner en orden
todas las cosas; pero les aseguro que Elías ya ha venido”
Cristo acepta que Elías debe venir a restaurarlo y prepararlo todo conforme a Malaquías,
pero no con un Elías “revivido,” sino por uno que “en el espíritu y virtud de Elías ha de venir”
(Mt 11:14). Por eso, los discípulos “comprendieron que les hablaba de Juan el Bautista.” Es
decir, cuando el Señor dice que ya vino Elías, éste Elías de quien habla el Señor es Juan
Bautista, a quien por su especial ministerio llama Elías. Porque así como Elías será el
precursor de su segunda venida, así también lo ha sido Juan de la primera y llamando a
Juan "Elías", nos manifiesta el Señor la conformidad de su venida con el Antiguo
Testamento y las profecías.
4. ASÍ TAMBIÉN HARÁN PADECER AL HIJO DEL HOMBRE
Parece que no debemos extrañarnos sobre el hecho que los profetas de Dios sean
rechazados y no aceptados, más aún, negados, perseguidos y maltratados. Como dice san
Juan, “Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron” (Jn 1,11). Entonces si a Juan Bautista,
que ya había venido no lo recibieron a Elías que había de venir, seguramente tampoco lo
recibirían. Jesús agrega, “Así también harán padecer al Hijo del hombre”.
Dios, siempre envía a sus profetas, ayer y hoy, hay emisarios, con una misión que cumplir.
No es fácil cumplir esta misión, hay que enfrentarse a muchas dificultades, tales como el
egoísmo, las soberbias y muchos intereses personales. También muchos no quieren
aceptar a estos emisarios y se burlan de estos profetas del Señor.
Entonces por ser fieles a su misión evangelizadora, sufren los emisarios del Señor
persecuciones y humillaciones.
Porque así como Elías no fue reconocido como enviados del Señor, del mismo modo como
tampoco fue reconocido Juan Bautista. No debemos sorprendernos de que a nosotros
tampoco nos reconozcan como sus emisarios. Pero no por esto nos vamos a desanimar y
vamos a dejar de hacer nuestra misión apostólica.
El Señor les Bendiga