EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 2,16-21:
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en
el pesebre.
Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño,
y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.
Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto
y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de
Jesús, nombre que le había sido dado por el Angel antes de su concepción.
Comentario del Evangelio por
San Efrén (V. 306-373) diácono en Siria, doctor de la Iglesia
Himno 7 sobre la Virgen
"Glorificaban y alababan a Dios por todo lo que habían oído y visto"
Venid, sabios, admiremos a la Virgen Madre, la hija de David, esta flor de
belleza que dio a luz la maravilla. Admiremos el manantial de donde brota la
fuente, la nave toda cargada de gozo que nos trae el mensaje venido del Padre. En
su pecho puro, recibió y llevó a este gran Dios que gobierna la creación, este Dios
por el que la paz reina sobre tierra y en los cielos. Venid, admiremos a la Virgen
toda pura, maravillosa toda ella. Escogida entre todas las criaturas, ella dio a luz
sin haber conocido varón. Su alma Sólo entre las criaturas, parió sin haber
conocido a hombre. Su alma estaba llena de admiración, y cada día ella glorificaba
a Dios en la alegría por estos dones que parecían no poder unirse: su integridad
virginal y su hijo muy amado. ¡Sí, bendito sea el que nació de ella!...
Lo lleva y canta sus alabanzas con dulce cánticos: " tu sitio, mi hijo, está por
encima de todo; pero, porque lo quisiste, has sido hecho sitio en mí. ¡Los cielos son
demasiado estrechos para tu majestad, y yo, la toda pequeña, te llevo! Que Viene
Ezequiel, que te vea sobre mis rodillas; qué se prosterne y adore; qué reconozca en
ti aquel que vio ocupar un escaño sobre el carro de los querubines (Ez 1) y el me
llamará bienaventurada por su gracia...Isaías proclama: «He aquí a la Virgen que
concebirá y dará a luz un hijo» (7,14), venid, contempladme, regocijaos
conmigo...He aquí que he dado a luz, manteniendo intacto el sello de mi virginidad.
Mirad al Emmanuel que, antaño, estaba escondido para ti... «Venid a mi, los sabios,
cantores del Espíritu, profetas que en vuestras visiones habéis revelado las
realidades ocultas, agricultores que, después de la siembra estáis distraídos en la
esperanza. Levantaos, saltad de jubilo ha llegado el tiempo de la recolección de los
frutos. He aquí en mis brazos la espiga de la vida que da el pan a los hambrientos,
que sacia a los hambrientos. Alegraos conmigo: yo he recibido la gavilla del gozo»..
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”