“Aquél que persevere hasta el fin se salvará”
Mt. 10, 17-22
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. EL APOSTOLADO NO ES ÍMPETU INCONTROLADO, SINO VERDAD
CON PRUDENCIA
En el versículo anterior, (16), Jesús le había dicho a sus discípulos: Yo los envío como a
ovejas en medio de lobos: San Jerónimo pensaba que estos lobos eran los escribas y
fariseos, debido a la lucha del fariseísmo contra Jesús. Pero el contexto de Mateo tiene otra
perspectiva, pues también les habla de persecuciones por parte de los tribunales gentiles.
Por eso se puede extender a ambos enemigos. El lobo en el Nuevo Testamento suele
significar los falsos profetas (Mt 7:15; Act 20:29), o también un peligro no fácilmente
identificable (Jn 10:12).
Por ser este medio al que los envía difícil, les dice: sean entonces astutos como serpientes
y sencillos como palomas, su sentido es de hábiles, astutos, prudentes; gentes hábiles para
conducirse en la práctica. La simplicidad la imitarán de las palomas. Tendrán esa perfección
de la paloma que es la simplicidad.
Si, en ese medio de apostolado al que los envía, los enemigos se van a portar como lobos,
los apóstoles les deberán oponer la simplicidad de la verdad sin doblez, pero no la
ingenuidad sin precaución, sino con la sabia conducta que dicte la prudencia. El apostolado
no es ímpetu incontrolado, sino verdad con prudencia. Por eso dice; Cuídense de los
hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. No es que
se condene el sufrir por él ni el martirio, que abiertamente se enseña, pero no deberán
ponerse imprudentemente en manos de los lobos. Pues si el apostolado requiere dolor,
también exige predicación; es esencia del apostolado (Rom 10:14-20).
2. USTEDES SERÁN ODIADOS POR TODOS A CAUSA DE MI NOMBRE
En esta obra de apostolado tendrán un triple enemigo: los tribunales judíos, los paganos y
el seno mismo de la familia. Serán perseguidos por su amor y llevados para dar testimonio
de él:
Sin embargo, dice Jesús, Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero
aquel que persevere hasta el fin se salvará. Con cuyo término se expresa hasta el fin de la
vida de cada uno, ante las persecuciones que surjan, ya que es una perspectiva universal.
El término perseverar aquí usado, y que sólo sale aquí en el Evangelio de san Mateo,
pertenece al vocabulario cristiano primitivo de martirio. Luego dice también; Cuando los
persigan en una ciudad, huyan a otra. Les aseguro que no acabarán de recorrer las
ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre. Los evangelios no transmiten
este tipo de persecuciones ni huidas en la primera misión ni en ella hay relación especial
con esa venida del Hijo del hombre. Simplemente quiere decir que no deben exponerse
temerariamente a la muerte, sino, si es caritativamente posible, que huyan a otra ciudad
como lugar de refugio. Este mismo sentido de prudencia tiene la expresión no acabaréis de
recorrer las ciudades de Israel, en su retirarse de unas ciudades a otras en orden a esto.
San Agustín ha tratado este punto sobre la declinación del martirio.
3. EL MENSAJE DE CRISTO LE PROVOCA MOLESTIA
Y les anuncia, por último, que antes que recorran las ciudades de Israel vendrá el Hijo del
hombre. Esta venida no es la parusía, sino la destrucción del año 70, no es una venida
física y personal de Jesús, sino moral y en sus efectos. Y en cuanto a referirse a los
apóstoles, no se puede olvidar la salida de éstos antes de la destrucción de Jerusalén, a
Pella, en Transjordania y que pasajes de este discurso están fuera de su contexto histórico.
Se tiene presente la profecía ante las dificultades de la Iglesia de entonces.
En el contexto de hoy día, no es difícil distinguir ciertos lobos de hoy, están presentes en
nuestra sociedad, son ciertos elementos de poder, o elementos de presión, se observan en
la política, en la ambición del dinero, la cultura de la vanidad y la soberbia, el aborto, la
muerte, el egoísmo, la xenofobia, en todos aquellos lugares, organizaciones o personas a
las cuales el mensaje de Cristo le provoca molestia, precisamente porque no pueden
soportar que se de a conocer un mundo distinto, donde reine el amor, la paz, la fe, la
fraternidad y la solidaridad, el respeto a la vida y a la dignidad del hombre, porque todo esto
es contrario a sus intereses.
4. SER EFICACES EN LA TAREA ENCOMENDADA
Pero no por eso, debemos dejar de ser eficaces en la tarea encomendada. Los
continuadores de esa tarea encomendada a los apóstoles, somos justamente nosotros,
hemos sido elegidos, debemos continuar esa obra y con las mismas recomendaciones, ya
que habremos de encontrar las mismas dificultades, esas a la cuales Cristo le llama lobos.
Jesús al enviarnos como sus discípulos, nos da consejos precisos sobre lo que tenemos
que hacer y decir, y nos advierte de las dificultades que sufriremos, es así como nos dice
seamos prudentes y sencillos, pero además cautos para no dejarnos engañar por el mal,
para que sepamos reconocer a los lobos disfrazados de corderos, para que podamos
distinguir a los falsos de los verdaderos profetas.
Tenemos que actuar tal como Jesús nos propone, prudentes y sencillos, la sencillez que
nos pide Jesús es una condición indispensable para que nuestro trabajo de apostolado de
frutos. En efecto, la sencillez es indispensable para inspirar confianza y necesario que a
quienes tratamos de enseñarles los caminos del Señor, les inspiremos confianza. Pero
además no olvidemos la prudencia, mostrándonos como personas que hemos construido
nuestra forma de vida basada en la conciencia recta y de la moral justa, especialmente los
que tienen una vida pública, porque si sus palabras y su conducta son nítidas,
transparentes y claras, su labor será efectiva y exenta de contradicciones.
5. LA PRUDENCIA NO SIGNIFICA TIBIEZA EN NUESTRA FE
Pero también tengamos fuerza en nuestra tarea y conciente que la prudencia no significa
tibieza en nuestra fe, Cristo nos apoyara en las dificultades que encontraremos, el nos dará
ese vigor necesario para enfrentar el odio y el desprecio que produce la predicación de
Evangelio en aquellos contrarios a la enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo.
La lectura diaria del Evangelio, compenetrase en el, la permanente oración y la ayuda de la
gracia de Dios, son nuestra fuerza para ir a cumplir nuestra tarea, tendremos dificultades y
oposiciones, pero debemos mantenernos perseverantes y firmes en la fe y en el amor, en la
justicia, y en el camino de la santidad.
Y si somos perseguidos u odiados, talvez menospreciados, quizás injuriados o molestados,
nuestro gran consuelo es que lo hacemos por el amor a Nuestro Señor, y por el lo damos
todo.
El Señor les Bendiga