COMPARTIENDO EL EVANGELIO
Reflexiones radiales de Monseñor Rubén Oscar Frassia
Domingo 1º de Enero de 2012
Solemnidad de Santa María, Madre de Dios
Jornada Mundial de la Paz : “Educar a los jóvenes en la justicia y en
la paz”
Evangelio según San Lucas 2,16-21 .
Los pastores fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién
nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir
sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo
que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.
Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que
habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el
nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su
concepción.
Vocación a la Verdad y el Bien Común
El nombre de Jesús quiere decir “Dios salva”, tal como Dios le propuso a la
Virgen a través del Arcángel Gabriel. Es así como se fue preparando,
gestando, la cercanía definitiva de Dios en Jesús, el verdadero Dios y
verdadero Hombre.
Habiendo Dios elegido a esta mujer, por Jesucristo la Virgen María es
constituida Madre de Dios y también es Madre de los hombres, Madre
nuestra. Por eso es importante que sepamos recurrir a Ella, y entendiendo
cómo Ella ha vivido, qué cosas le queremos pedir y, como los pastores y los
ángeles, ir a adorar al Nio, adorar al Seor. “Todos los que los escuchaban
quedaron admirados de lo que decían los pastores”
El Santo Padre envía un mensaje de paz a todos los hombres de buena
voluntad, para volver a mirar al mundo en la verdad y no dejarse abatir por
las tribulaciones e invita a todos, especialmente a los jóvenes, a mantener
viva la confianza; a buscar la verdad; a defender el bien común. El hombre
que no busca la verdad es una persona extraviada. El hombre que no vive
buscando el bien común es un perfecto egoísta e individualista. Nosotros
sabemos que tenemos esa vocación a la verdad y al bien común.
El mensaje de Benedicto XVI, que nos dice “educar a los jvenes en la
justicia y la paz”, habla a los referentes más directos. En primer lugar a la
familia, a los padres, quienes son los primeros responsables de mantener
vivo los valores en sus hijos y los anima a que no tengan miedo, a que no
pierdan su lugar, a que estén siempre presentes.
En segundo término se dirige a los educadores, los responsables de
transmitir las verdades entrañables en la persona humana. En tercer lugar
habla a los políticos, para que de alguna manera enaltezcan la política para
que esté conforme y en convergencia a la verdad y el bien común;
superando intereses mezquinos, ideológicos y particulares.
También habla a los medios de comunicación social, a esta difusión masiva,
que puede ser muy positiva pero también puede ser nefasta negativamente
y luego a los se refiere jóvenes. Por eso es que debemos darnos cuenta que
todos nosotros nos dirigimos hacia la búsqueda de la verdad, de la justicia y
de la paz.
Así como se recuerda que “María conservaba estas cosas y las meditaba en
su corazn”, también nosotros tenemos que acuar en nuestra vida, para
que estos valores prevalezcan y no desaparezcan de nuestro horizonte, de
nuestro panorama, de nuestra responsabilidad y de nuestro futuro.
Recordemos a Juan XXIII quien decía que hay cuatro pilares de la paz: la
verdad, la justicia, el amor y la libertad; y ninguna de ellas puede ser
adulteradas.
Pidamos trabajar, formarnos, perseverar en el bien y tener confianza para
hacer un mundo más presente y consolidar así un futuro mejor para los que
nos han de seguir.
Les dejo esta bendición y que la Virgen bendiga a la humanidad: en el
Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.