SANTA MARÍA MADRE DE DIOS 2012
DOMINGO 01 DE ENERO DE 2012
Números 6,22-27
El Señor habló a Moisés: "Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con
que bendeciréis a los israelitas: "El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro
sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz". Así
invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré."
Salmo responsorial: 66
R/El Señor tenga piedad y nos bendiga.
El Señor tenga piedad y nos bendiga, / ilumine su rostro sobre nosotros; /
conozca la tierra tus caminos, / todos los pueblos tu salvación. R.
Que canten de alegría las naciones, / porque riges el mundo con justicia, /
riges los pueblos con rectitud / y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos, / que todos los pueblos te alaben. / Que
Dios nos bendiga; que le teman / hasta los confines del orbe. R.
Gálatas 4,4-7
Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una
mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que
recibiéramos el ser hijos por adopción. Como sois hijos, Dios envió a nuestros
corazones al Espíritu de su Hijo que clama: "¡Abbá! (Padre)." Así que ya no eres
esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Lucas 2,16-21
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María
y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían
dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los
pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los
pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído;
todo como les habían dicho.
Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por
nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
COMENTARIOS
NÚMEROS . Dios es el único que está en verdaderas condiciones para
bendecir al hombre. Por eso, el creyente pide sobre sí mismo y sobre los demás la
bendición divina, es decir, que Dios sea propicio a todos.
El texto de hoy nos presenta una oración de bendición sacerdotal que es
tradicional en Israel: “El Seor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y
te conceda su favor; el Seor se fije en ti y te conceda la paz”. Son palabras que
expresan la confianza absoluta de que lo que se está pidiendo a Dios se concederá.
No porque pueda influirse sobre Él, sobre su voluntad, sino en virtud de su
grandeza y su bondad. Pedir a Dios algo que Él mismo quiere conceder es motivo
de confianza para el orante, que sabe que sus palabras no arrancarán a Dios algo
que le cuesta dar, sino que, más bien, le disponen a él mismo para recibir lo que
Dios está deseando concederle.
Hoy la palabra paz la entendemos, básicamente, en relación con la guerra.
Cuando no hay guerra, lo que hay es paz. Pero en la tradición bíblica, este
término (shalom) tiene un amplio significado. Afecta tanto a la dimensión física-
corporal del ser humano como a la espiritual.
La paz comporta la armonía con nosotros mismos, con los demás, con el
entorno en que vivimos y con Dios. La paz, nace del amor del Creador por su
criatura, y hace al ser humano hijo de Dios, imagen y semejanza suya. Dios es paz,
y el creyente ha de estar inundado de su paz. Lo contrario (la enfermedad, la
miseria, la opresión, la violencia...) deshace la imagen divina que todos llevamos
impresa y nos aparta de los planes que Dios tiene para nosotros.
EVANGELIO. El evangelio contiene dos ideas: la mención de los pastores y
la noticia de la circuncisión. La primera es la conclusión narrativa de todo el relato
del nacimiento de Jesús. Aquellos testigos encarnan la fe sencilla y capaz
de advertir el acontecimiento y comunicarlo.
Otra manera de vivir el acontecimiento es la contemplación en la fe, como
María que “ conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazn” .
No es fácil descifrar el significado profundo del verbo “meditar”. Equivale a
lograr el sentido exacto de algo y puede incluir un aspecto de esfuerzo: “ intentaba
dar con el sentido de aquellas cosas” . La fe tiene mucho de laboriosidad, de
búsqueda; incluso de incertidumbres discernidas en lo profundo del corazón. La
confianza plena en los planes de Dios fue para María tanto regalo, como tarea.
La mención de los “ ocho días” introduce la idea de cumplimiento o
plenitud. Así, con plena carta de ciudadanía en la fe hebrea, culmina la entrada
del salvador en la historia.
Seguimos estando en tiempo de Navidad , celebración cultural hoy
prácticamente universal en la que la ternura, el amor, la fraternidad, el cariño
familiar... se nos hacen más palpables que nunca. La ternura de Dios hacia
nosotros, que se expresó en el niño de Belén, inunda nuestra vida, en las luces de
colores, los adornos navideños, los villancicos y las reuniones familiares. Todo
ayuda a ello en este tiempo todavía de Navidad. Dejemos recalar estos
sentimientos en nuestro corazón, para que perduren a lo largo de todo el año.
Juan Alarcón, s.j