Martes 03 de Enero de 2012
Antes de Epifanía
1Juan 2,29-3,6
Queridos hermanos: Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que
obra la justicia ha nacido de él. Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para
llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le
conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo
que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él,
porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él se purifica a sí
mismo, como él es puro.
Todo el que comete pecado quebranta también la ley, pues el pecado es
quebrantamiento de la ley. Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, y
en él no hay pecado. Todo el que permanece en él no peca. Todo el que peca no le
ha visto ni conocido.
Salmo responsorial: 97
R/Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Cantad al Señor un cántico nuevo, / porque ha hecho maravillas: / su diestra
le ha dado la victoria, / su santo brazo. R.
Los confines de la tierra han contemplado / la victoria de nuestro Dios. /
Aclama al Señor, tierra entera; / gritad, vitoread, tocad. R.
Tañed la citara para el Señor, / suenen los instrumentos: / con clarines y al
son de trompetas, / aclamad al Rey y Señor. R.
Juan 1,29-34
Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: "Éste es el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije:
"Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que
yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado
a Israel."
Y Juan dio testimonio diciendo: "He contemplado al Espíritu que bajaba del
cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió
a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse
sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he
dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios."
COMENTARIOS
Así como una radiografía revela la estructura de un ser humano, del mismo
modo, según el Evangelio de Juan, el bautizo que Juan Bautista ofrece a la gente
revela su verdadera naturaleza. Los que buscan perdón y conversión acuden al
desierto; los que están seguros de sí mismos no se mueven. Pero, en medio de esa
procesión que pone de manifiesto las verdades ocultas en el corazón humano,
aparece Jesús de Nazaret como el ser humano definitivo. Por esto en el Evangelio
Juan llama a Jesús ‘cordero’, la ‘persona que viene después, pero está adelante’, ‘el
portador del Espíritu’, ‘el Hijo de Dios’. Esa función reveladora del bautismo de
Juan, la ejerce en el cristianismo el ‘seguimiento de Cristo’. Compartir con Jesús su
Palabra, vida y misión nos permite hacernos la radiografía y preguntarnos si
tenemos la estructura motivacional y emotiva para anunciar el evangelio.
Nosotros ya no somos como Juan Bautista profetas precursores, sino, como
el evangelista Juan, profetas evangelizadores. ¿Qué nos revela nuestro bautismo
cristiano con respecto a nuestra misión evangelizadora? ¿Nos ayuda el seguimiento
de Jesús a clarificar nuestras verdaderas motivaciones como cristianos?
Juan Alarcón, s.j..
(Extracto de servicios KOINONÍA)