“Si quieres, puedes purificarme. Lo quiero, queda purificado”
Mc 1, 40- 45
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. JESÚS SE ENTERNECE Y SE CONMUEVE
Jesús se enternece y se conmueve y cura al leproso, luego le prohíbe severamente su
divulgación, pero el curado no cumplió la orden de Cristo de no divulgar la noticia. La
gratitud y la satisfacción de su cura, que era a su vez rehabilitación moral suya, le hizo
volcarse en alabanzas. Esto hizo que la noticia se divulgase por Galilea, haciendo que
Jesús no pudiese entrar “públicamente” en las ciudades, porque éstas se conmocionaban,
proclamándole Mesías antes de tiempo, con los peligros de sobreexcitación mesiánica mal
entendida y las posibles repercusiones políticas de Roma en Palestina. No cumplió el
“Secreto mesiánico.”
Por eso, El se quedaba en “lugares desiertos” para hacer “oración”. Pero las gentes venían
a El para que los curase.
2. JESÚS SE ACERCA, EXTIENDE SU MANO
Nos encontramos ante un milagro de Jesús, realizado ante mucha gente, que seguramente
quedó muy impactada, esto, por las circunstancias que rodeo esta acción de Jesús. En una
situación difícil se encontraban los enfermos de lepra en aquellos tiempos, nadie se les
acercaba y a ellos no se les permitía acercarse a alguien, sin embargo por el deseo de
sanarse el se atreve a acercarse a Jesús, el enfermo intuye que en El encontrará la
curación a su mal.
A nadie se le permitía acercarse a un leproso, y menos tocarlo, sin embargo Jesús se
acerca, extiende su mano y lo toca, diciendo: "Lo quiero, queda purificado" y así entonces el
enfermo queda curado.
3. ¿CUALES SON NUESTROS PASOS PARA ACERCARNOS A DIOS?
Reconozcamos nuestras necesidades, nuestras miserias, nuestras debilidades, que somos
muchas veces impotentes, que somos egoístas, que convivimos en y con el pecado y que
es necesario para nosotros la purificación, y porque no decirlo, la santificación. Es así de
necesario, para que el Espíritu de Dios inicie su obra en nosotros, reconozcamos lo que
somos y lo que necesitamos.
Es así, como se sano el leproso, primero reconoce su necesidad, frente a Jesús, “fue a
postrarse ante el” dice el evangelio, tal vez se arrodilló, tal vez puso la cara en el suelo. Lo
que importa que frente a Jesús adopta una posición de humildad, donde hay fe y confianza
absoluta. Jesús, se conmueve como siempre frente a la fe y al dolor, y todo lo que toca
queda limpio.
4. BUSCAR A JESÚS, CON HUMILDAD, CON CONFIANZA, CON FE
Así es, como debemos buscar a Jesús, con humildad, con confianza, con fe y con oración, y
sin abandonar la perseverancia, nos dejamos tocar por El y nosotros lo tocamos
diariamente, especialmente en la comunión, de esta forma conseguiremos los frutos de la
curación.
Hay también en el milagro un mandato que impone Jesús a este leproso, que se presente a
un sacerdote, para que su curación quede reconocida legalmente. Jesús es respetuoso con
la autoridad religiosa. Aquellos sacerdotes del Pueblo de Dios, prescindiendo de su vida y
conducta personal, era la autoridad puesta por Yahvé. La Ley señalaba a los sacerdotes
como los que debían dictaminar sobre la real curación de un leproso y darle en
consecuencia la autorización necesaria para que pudiera vivir en común sociedad con el
resto de los ciudadanos. Es así como Jesús respeta esa Ley, por eso envía al leproso al
sacerdote.
Hoy también es la voluntad del Señor, no prescindir del sacerdote en el trabajo de
salvación. A Jesús le debemos el perdón y la gracia, pero El ha querido que este perdón y
esa gracia, venga a través del ministerio sacerdotal. El sacerdote hoy es el representante
de Cristo. Los sacerdotes tienen como todos nosotros limitaciones personales, miserias
humanas, defectos. ¿alguien no los tiene?. El sacerdote, es otro Cristo, el actúa en nombre
de Jesús, y en sus manos tiene el tesoro de la gracia, es mediador entre Dios y nosotros, el
nos trae la gracia y la misericordia de Dios. En consecuencia, debemos adoptar una actitud
de fe, con respeto, cuidado, amor hacia el.
5. LA ACTIVIDAD DIARIA MAS IMPORTANTE ES ORAR
El Evangelio concluye que Jesús se retira finalmente a lugares desérticos. Sabemos que el
siempre se retira a orar. Jesús no deja nunca de orar, los Evangelios nos muestran muchas
situaciones donde El se retira a orar, y busca la soledad para hacerlo.
La actividad diaria mas importante es orar, es la mejor forma de utilizar el tiempo, y no se
puede considerar como algo secundario.
Cuando planifiquemos la actividad del día, incluyamos unos minutos para la oración, y
dejemos esos instantes para dedicarnos con constancia a comunicarnos con nuestro Padre
y que nada nos aparte de esta intención.
El Señor les Bendiga