“De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado”
Mc 2, 23-28
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. ¿POR QUÉ HACEN EN SÁBADO LO QUE NO ESTÁ PERMITIDO?”
Esta narración es uno de los pasajes que tiene una fuerte connotación bíblica, y que por ello
era tan respetado entre los Israelitas el tema del sábado. La observancia de sábado era un
elemento importante de la religiosidad de Israel.
El centro del mensaje de Jesús esta en el hombre, que es el que debe ser salvado,
salvación que le vendrá sobre la base de sus relaciones personales con el Padre celestial,
cifradas personalmente en el amor (1).
Esta narración es traída por los tres sinópticos. Es uno de los pasajes sinópticos de valor
dogmático. Cristo, por su procedimiento indirecto, proclama su divinidad. Al justificar a sus
discípulos por haber tomado y frotado contra sus manos unas espigas para comerlas en día
de “sábado,” El se proclama que es seor aun del sábado. Pero, siendo el sábado de
institución divina (Gen 2:23) 5, Cristo se proclama Dios.
Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas
y, frotándolas entre las manos, las comían. Algunos fariseos les dijeron: ¿Por qué hacen en
sábado lo que no está permitido?”
2. JESÚS, NOS TRAE UN NUEVO MODO DE VER EL SÁBADO
Pareciera que Jesús, siempre esta contradiciendo las costumbres de los fariseos, en este
caso por no decirle nada sus discípulos respecto a arrancar espigas en día sábado, que era
observado por los judíos en el descanso sabático, que no solo les impedía que los
campesinos trabajasen en día de sábado, se les prohibía incluso coger espigas. Sin
embargo a nosotros no nos parece para nada que es así, pues son los fariseos los que
acostumbran a afirmar de algo contrario a lo ya dicho, o ha negar de algo que se da por
cierto que debe ser así, además para ellos, la ley es el centro de atención y para Jesús el
hombre, es así, como Jesús, nos trae un nuevo modo de ver el sábado, como en todos los
evangelios, que nos hace un distinta concepción de ver algo a como era la costumbre judía
y nos propone un conjunto de ideas nuevas sobre ello.
Así es como Jesús les respondi: “¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando
él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en
el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a sus compañeros los panes de la
ofrenda, que slo pueden comer los sacerdotes?”.
En este caso especifico, lo hace sobre el día sábado, que pasa de día consagrado a Dios a
día consagrado al bien del hombre, es así como en este día, el hombre se ha liberado del
demonio, se ha curado de algún mal, porque para Jesús, la voluntad de Dios coincide con el
bien del hombre, durante todo tiempo y todo día; no hay otra ley por encima de ésta.
3. "EL HIJO DEL HOMBRE ES TAMBIÉN ES DUEÑO DEL SÁBADO".
Jesús, por lo demás, se muestra en este fragmento no como el esclavo-obediente de la
orden o mandato del descanso sabático, sino como Señor del Sábado, es así como
después les dijo: "El Hijo del hombre es también es dueño del sábado". Seguramente los
escribas y fariseos, había añadido al libro de la Ley, observancia y prohibiciones, que
pesaban en la conciencia de muchos, este es un error, considerar que el orden de la Ley es
mas importante que el mismo hombre, como si este hubiera sido credo para la Ley y no la
Ley para los hombres, Por eso Jesús, es muy claro con los fariseos, y es porque el Hijo de
Dios esta por sobre la Ley, el es dueño de la Ley, y nos enseña que Dios ha creado todas
las cosas para los hombres, y al hombre ha sido creado para Dios.
4. LA PALABRA DE DIOS ESTA A NUESTRO ALCANCE.
La Palabra de Dios, nos llega a nosotros, en todo momento, en el menos pensado, en
cualquier circunstancia de nuestra vida, en todos nuestros acontecimientos, la Palabra de
Dios esta a nuestro alcance. Aquí en este evangelio la Palabra de Dios es como esa espiga
de trigo, con maduros granos de trigos en nuestras manos, que en este caso nos alimentan
el espíritu. Este es nuestro gran alimento al alcance siempre de nuestras manos,
saquémosle el provecho que de este grano nos entrega, como lo indica este evangelio
“arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían”, recordemos las palabras
de Jesús, “Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me envío” (Jn 4,34). No
ignoremos las Sagradas Escrituras, sería ignorar a Cristo, luego ignorar la vida eterna y
apartarse de lo que Dios quiere para nosotros, tenemos tiempo para muchas cosas, por
tanto no podemos decir que no tenemos tiempo para dedicarnos unos instantes para
conocer más y mejor la Palabra de Dios, el mejor alimento que podemos tener en nuestras
manos.
El Señor les Bendiga