Mi yugo es ligero, yo os doy descanso.
2012-01-18
Evangelio
Del santo Evangelio según san Marcos 3, 1-16
En aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía
tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en
sábado y poderlo acusar. Jesús le dijo al tullido: «Levántate y ponte allí en medio».
Después les preguntó: «¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el
mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?»
Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no
querían entender, le dijo al hombre: «Extiende tu mano». La extendió, y su mano
quedó sana.
Entonces se fueron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del partido de
Herodes para matar a Jesús. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, cuántas veces me encuentro tullido como el hombre del que habla el
Evangelio. Soy un lisiado en el campo del espíritu. Sin tu gracia estoy imposibilitado
para obrar el bien. Aumenta mi docilidad para escuchar tu voz en esta oración.
Petición
Señor, no permitas que sea nunca causa de tu tristeza. Ayúdame a amarte de
manera concreta y real mediante la virtud de la caridad.
Meditación
Mi yugo es ligero, yo os doy descanso.
«No se trata de una forma de moralismo, sino de un texto de alto contenido
teológico, o digámoslo con mayor exactitud, de un texto cristológico. A través del
tema del descanso, y el que está relacionado con el de la fatiga y la opresión, el
texto se conecta con la cuestión del sábado. El descanso del que se trata ahora
tiene que ver con Jesús. Las enseñanzas de Jesús sobre el sábado aparecen ahora
en perfecta consonancia con este grito de júbilo y con las palabras del Hijo del
hombre como señor del sábado. Neusner resume del siguiente modo el contenido
de toda la cuestin: “Mi yugo es ligero, yo os doy descanso. El Hijo del hombre es
el verdadero señor del sábado. Pues el Hijo del hombre es ahora el sábado de
Israel; es nuestro modo de comportarnos como Dios”. Ahora Neusner puede decir
con más claridad que antes: “¡No es de extraar, por tanto, que el Hijo del hombre
sea señor del sábado! No es porque haya interpretado de un modo liberal las
restricciones del sábado... Jesús no fue simplemente un rabino reformador que
quería hacer la vida „más fácil‟ a los hombres... No, aquí no se trata de aligerar una
carga... Está en juego la reivindicacin de autoridad por parte de Jesús”» (Joseph
Ratzinger, Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 49).
Reflexión apostólica
«La caridad es el sello de autenticidad de todo apostolado ya que encierra en sí
toda la fuerza evangelizadora del cristianismo, como un impulso incontenible que
lleva a servir a todos los hombres, especialmente a los más necesitados. “En una
vida cristiana donde su esencia no sea la vivencia de la práctica de la caridad no
podrá existir una auténtica santidad cristiana”». (Manual del miembro del
Movimiento Regnum Christi , n.89).
Propósito
Evitar los convencionalismos y responder, con generosidad, a las necesidades de
los demás.
Diálogo con Cristo
Señor, ¿seré fiel hoy a tu llamada o como los fariseos rechazaré en la práctica tu
mensaje?
Padre mío, ¡que nunca me canse de hacer el bien! Hazme comprender que mi
misión se resume en vivir tu amor mediante la práctica auténtica y generosa de la
caridad, que mi tarea no es otra que la de predicar y dar a conocer tu amor. Dame
la fuerza para empeñarme en esta tarea sin distraerme con otras cosas.
«El que por hábito es insincero, acaba por engañarse a sí mismo»
( Cristo al centro, n. 182).