EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Sábado de la cuarta semana del tiempo ordinario
Primer Libro de los Reyes 3,4-13.
El rey fue a Gabaón para ofrecer sacrificios allí, porque ese era el principal lugar
alto. Sobre ese altar, Salomón ofreció mil holocaustos.
En Gabaón, el Señor se apareció a Salomón en un sueño, durante la noche. Dios le
dijo: "Pídeme lo que quieras".
Salomón respondió: "Tú has tratado a tu servidor, David, mi padre, con gran
fidelidad, porque él caminó en tu presencia con lealtad, con justicia y rectitud de
corazón; tú le has atestiguado esta gran fidelidad, dándole un hijo que hoy está
sentado en su trono.
Y ahora, Señor, Dios mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre
David, a mí, que soy apenas un muchacho y no sé valerme por mí mismo.
Tu servidor está en medio de tu pueblo, el que tú has elegido, un pueblo tan
numeroso que no se puede contar ni calcular.
Concede entonces a tu servidor un corazón comprensivo, para juzgar a tu pueblo,
para discernir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién sería capaz de juzgar a
un pueblo tan grande como el tuyo?".
Al Señor le agradó que Salomón le hiciera este pedido,
y Dios le dijo: "Porque tú has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, ni
riqueza, ni la vida de tus enemigos, sino que has pedido el discernimiento necesario
para juzgar con rectitud,
yo voy a obrar conforme a lo que dices: Te doy un corazón sabio y prudente, de
manera que no ha habido nadie como tú antes de ti, ni habrá nadie como tú
después de ti.
Y también te doy aquello que no has pedido: tanta riqueza y gloria que no habrá
nadie como tú entre los reyes, durante toda tu vida.
Salmo 119(118),9.10.11.12.13.14.
¿Cómo un joven llevará una vida honesta?
Cumpliendo tus palabras.
Yo te busco de todo corazón:
no permitas que me aparte de tus mandamientos.
Conservo tu palabra en mi corazón,
para no pecar contra ti.
Tú eres bendito, Señor:
enséñame tus preceptos.
Yo proclamo con mis labios
todos los juicios de tu boca.
Me alegro de cumplir tus prescripciones,
más que de todas las riquezas.
Evangelio según San Marcos 6,30-34:
Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y
enseñado.
El les dijo: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco".
Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.
Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto.
Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por
tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.
Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque
eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato .
Comentario del Evangelio por
Isaac el Sirio (siglo VII), monje cercano a Mossoul, santo de la Iglesia
ortodoxa
Discursos ascéticos 1ª serie, n°60
"Sintió piedad de ellos"
No llames a Dios simplemente justo. Porque no tiene relación lo que haces,
con la justicia que él manifiesta. Si David le llama justo y recto (Sal. 32,5), su Hijo
nos reveló que era mucho más bueno y dulce: "es bueno para malos e impíos" (Lc
6,35)... ¿Dónde está la justicia de Dios? ¿No está en que "mientras éramos
pecadores, Cristo murió por nosotros "? (Rm 5,8) Y si Dios se muestra compasivo
aquí bajo, creemos que lo es desde toda eternidad.
Alejemos de nosotros este pensamiento injusto de que Dios no se compadece.
El ser cercano a Dios no cambia como cambian los seres que mueren...; nada falta
ni se añade a aquel que tiene, así como pasa con las criaturas. Pero esta compasión
que Dios tiene desde el comienzo, la tendrá siempre, por toda la eternidad... Como
dice el bienaventurado Cirilo en su comentario del Génesis, venera a Dios por amor,
y no a causa de este nombre severo de justicia, que se puso sobre él.
Ámalo como deberías amarlo: no por la recompensa que te dará, sino por lo
que hemos recibido de él, por este mundo que creó con el fin de ofrecérnoslo.
¿Quién podrá devolverle algo a cambio de lo que hizo por nosotros? De nuestras
obras, qué podríamos devolverle? ¿Al principio, quién lo persuadió para crearnos?
¿Y quién suplica por nosotros, cuando faltamos a su reconocimiento? ¡Qué
admirable es la compasión de Dios! ¡Qué maravilla la gracia de Dios nuestro
creador!... ¿Quién puede contar su gloria?.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”