Solemnidad. Natividad del Señor
Misa de medianoche
SE HA MANIFESTADO LA BENEVOLENCIA DE DIOS
La Palabra. “Os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy en
la ciudad de David os ha nacido un Salvador” (evangelio, Lc 2, 1-14).
1.“Sucedi por aquellos días”. El nacimiento de Jesús no es pura invención, sino
acontecimiento que ha tenido lugar en la historia humana, dentro de una situación
política. Como todos los niños, Jesús nace desvalido. Su madre lo envolvió en
pañales y lo acostó en un pesebre para resguardarlo del frío en la noche. Por ese
entonces, el emperador romano llamado Augusto decretó un censo para garantizar
bien sus dominios, donde predominaban pastores, pertenecientes a la clase baja y
despreciable de la sociedad.
2. “Aquí tenéis la seal: un nio envuelto en paales y acostado en un pesebre”. El
Mesías y Salvador entra en la historia, es encontrado y reconocido en las más
humildes y bajas condiciones humanas; no sólo en la pobreza sino en la exclusión,
entre los animales. Esa forma de entrar o estar en el mundo no cuadra con la
imagen de la divinidad fabricada por nosotros. La omnipotencia de Dios se revela
como misericordia, como amor que se hace cargo y carga con nuestra miseria.
Lugo, en el mundo hay salvación en la medida en que nos acercamos al excluido, al
que social y religiosamente nada cuenta. Con su forma de vivir y de morir dejó bien
claro que los últimos tienen que ser los primeros.
Según el evangelio de Navidad la gloria de Dios se manifiesta como paz entre los
seres humanos, que todos puedan gozar de su dignidad como personas: “gloria a
Dios en el cielo y paz a los hombres porque Dios los ama”. Así lo celebraban los
primeros cristianos: “apareci la benevolencia de Dios que trae la salvacin para
todos los hombres”.
3. Este niño es el Salvador, Cristo Señor. Dios mismo hecho hombre, asumiendo
nuestra condición humana y dando satisfacción a nuestros profundos anhelos de
inmortalidad e infinitud. Es lo más inaudito, lo más peculiar y novedoso de
Cristianismo.
Desde que Dios mismo se hace hombre, todo lo humano entra en una dimensión
divina. A los que vivimos este acontecimiento con esa mirada de la fe cristiana,
nada humano será ya indiferente o ajeno.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net