EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Marcos 1,40-45.
Entonces se le acercó un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo:
"Si quieres, puedes purificarme".
Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda
purificado".
En seguida la lepra desapareció y quedó purificado.
Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente:
"No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu
purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio".
Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo
sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna
ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares desiertos. Y acudían a él de
todas partes.
Comentario del Evangelio por
Santa Teresa de Jesús (1515-1582), carmelita descalza, doctora de la
Iglesia
Libro de la Vida, cap. 25, 17-18
«Si quieres, puedes»
¡Oh Señor mío, cómo sois Vos el amigo verdadero; y como poderoso, cuando
queréis podéis, y nunca dejáis de querer si os quieren! ¡Alaben os todas las cosas,
Señor del mundo! ¡Oh, quién diese voces por él, para decir cuán fiel sois a vuestros
amigos! Todas las cosas faltan; Vos Señor de todas ellas, nunca faltáis.
Poco es lo que dejáis padecer a quien os ama. ¡Oh Señor mío!, ¡qué delicada
y pulida y sabrosamente los sabéis tratar! ¡Quién nunca se hubiera detenido en
amar a nadie sino a Vos! Parece, Señor, que probáis con rigor a quien os ama, para
que en el extremo del trabajo se entienda el mayor extremo de vuestro amor. ¡Oh
Dios mío, quién tuviera entendimiento y letras y nuevas palabras para encarecer
vuestras obras como lo entiende mi alma! Fáltame todo, Señor mío; mas si Vos no
me desamparáis, no os faltaré yo a Vos...
Que yo tengo experiencia de la ganancia con que sacáis a quien sólo en Vos
confía. Pues estando en esta gran fatiga ...,solas estas palabras bastaban para
quitármela y quietarme del todo: No hayas miedo, hija, que Yo soy y no te
desampararé; no temas... Heme aquí con solas estas palabras sosegada, con
fortaleza, con ánimo, con seguridad, con una quietud y luz que en un punto vi mi
alma hecha otra.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”