EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Viernes despúes del Miércoles de Ceniza
Libro de Isaías 58,1-9a.
¡Grita a voz en cuello, no te contengas, alza tu voz como una trompeta: denúnciale
a mi pueblo su rebeldía y sus pecados a la casa de Jacob!
Ellos me consultan día tras día y quieren conocer mis caminos, como lo haría una
nación que practica la justicia y no abandona el derecho de su Dios; reclaman de mí
sentencias justas, les gusta estar cerca de Dios:
"¿Por qué ayunamos y tú no lo ves, nos afligimos y tú no lo reconoces?". Porque
ustedes, el mismo día en que ayunan, se ocupan de negocios y maltratan a su
servidumbre.
Ayunan para entregarse a pleitos y querellas y para golpear perversamente con el
puño. No ayunen como en esos días, si quieren hacer oír su voz en las alturas.
¿Es este acaso el ayuno que yo amo, el día en que el hombre se aflige a sí mismo?
Doblar la cabeza como un junco, tenderse sobre el cilicio y la ceniza: ¿a eso lo
llamas ayuno y día aceptable al Señor?
Este es el ayuno que yo amo -oráculo del Señor-: soltar las cadenas injustas,
desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los
yugos;
compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que
veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne.
Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar;
delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor.
Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: "¡Aquí estoy!".
Salmo 51(50),3-4.5-6a.18-19.
¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
por tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa
y purifícame de mi pecado!
Porque yo reconozco mis faltas
y mi pecado está siempre ante mí.
Contra ti, contra ti solo pequé
e hice lo que es malo a tus ojos.
Por eso, será justa tu sentencia
y tu juicio será irreprochable;
Los sacrificios no te satisfacen;
si ofrezco un holocausto, no lo aceptas:
mi sacrificio es un espíritu contrito,
tú no desprecias el corazón contrito y humillado.
Evangelio según San Mateo 9,14-15:
"Entonces ayunarán" Comentario del Evangelio por: San Romano de Mélode (?-v.
560), compositor de himnos
Himno «Adán y Eva», 1-5; SC 99
Entonces se acercaron los discípulos de Juan y le dijeron: "¿Por qué tus discípulos
no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?".
Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el
esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y
entonces ayunarán.
comentario del Evangelio por
San Romano de Mélode (?-v. 560), compositor de himnos
Himno «Adán y Eva», 1-5; SC 99
"Entonces ayunarán"
Entrégate, alma mía, al arrepentimiento; únete a Cristo por el pensamiento;
grita gimiendo: "Concédeme el perdón de mis malas acciones, con el fin de que
reciba de ti, que sólo eres bueno (Mc 10,18), la absolución y la vida eterna "...
Moisés y Elías, estas torres de fuego, eran grandes en sus obras... Son los primeros
entre los profetas, hablaban libremente a Dios, les gustaba acercársele para rogarle
y dialogar con él cara a cara (Ex 34,5 1R 19,13) - cosa asombrosa e increíble. Sin
embargo, procuraban recurrir al ayuno, que los llevaba a Dios (Ex 34,28; 1R 19,8).
El ayuno, con las obras, proporciona pues la vida eterna.
Por el ayuno, los demonios son rechazados como por una espada, porque no
soportan las alegrías; lo que les gusta, es el jugador y el borracho. Pero si miran de
cara el ayuno, no lo pueden ver; huyen muy lejos, como nos enseña Cristo, nuestro
Dios, diciendo: "Por el ayuno y la oración caen los demonios" (cf Mc 9,29). Por eso
nos enseña que el ayuno les da a los hombres la vida eterna...
El ayuno conduce a los que lo practican, a la casa paternal de donde Adán fue
expulsado... Es Dios mismo, el amigo de los hombres (Sb 1,6), quien primero había
confiado al ayuno, al hombre al que había creado, como a una madre cariñosa,
como a un maestro. De un solo árbol le prohibió comer (Gn 2,17). Y si el hombre
hubiera observado este ayuno, habría vivido con los ángeles. Pero lo rechazó y
encontró penas y muerte, la aspereza de las espinas y de las zarzas, y la angustia
de una vida dolorosa (Gn 3,17s). ¡Entonces, si en el Paraíso el ayuno se revela
provechoso, cuánto más lo es aquí abajo, para proporcionarnos la vida eterna!
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”