El servicio acrecienta el amor.
2012-02-21
Evangelio
Del santo Evangelio según san Marcos 9, 30-37
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero Él no quería que
nadie lo supiera, porque iba enseando a sus discípulos. Les decía: “El Hijo del
hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días
después de muerto, resucitará”. Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían
miedo de pedir explicaciones.
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les pregunt: “¿De qué discutían por el
camino?”. Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido
sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los
Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el
servidor de todos”.
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abraz y les dijo: “El
que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba
a mí, no me recibe a mí, sino a Aquél que me ha enviado”. Palabra del Seor.
Oración introductoria
Señor y Padre mío, dame la inocencia de un niño que confía plenamente en su
padre. Tú me invitas a estar contigo en la oración para transformar mi corazón y,
así, puede salir de mí mismo y servir a los demás. Permite que sepa responder.
Petición
Señor, ayúdame a ser el último y el servidor de todos, especialmente en mi familia.
Meditación
El servicio acrecienta el amor.
«Muchos de vosotros habéis debido renunciar a participar de un modo directo en los
actos, al tener que ocuparos de otras tareas de la organización. Sin embargo, esa
renuncia ha sido un modo hermoso y evangélico de participar en la Jornada: el de
la entrega a los demás de la que habla Jesús. En cierto sentido, habéis hecho
realidad las palabras del Seor: “Si uno quiere ser el primero, sea el último de
todos y el servidor de todos”. Tengo la certeza de que esta experiencia como
voluntarios os ha enriquecido a todos en vuestra vida cristiana, que es
fundamentalmente un servicio de amor. El Señor trasformará vuestro cansancio
acumulado, las preocupaciones y el agobio de muchos momentos en frutos de
virtudes cristianas: paciencia, mansedumbre, alegría en el darse a los demás,
disponibilidad para cumplir la voluntad de Dios. Amar es servir y el servicio
acrecienta el amor. Pienso que es este uno de los frutos más bellos de vuestra
contribución a la Jornada Mundial de la Juventud. Pero esta cosecha no la recogéis
solo vosotros, sino la Iglesia entera que, como misterio de comunión, se enriquece
con la aportación de cada uno de sus miembros» (Benedicto XVI, 21 de agosto de
2011).
Reflexión apostólica
«Vivir el amor es descubrir y servir a Cristo en los demás. Vivir el amor es donarse
cristianamente a los demás» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi ,
n. 36).
Propósito
Ofrecer una sonrisa para demostrar el amor de Dios a los niños que me encuentre.
Diálogo con Cristo
Señor, dame la gracia de vivir entregado para que el mayor número posible de
personas lleguen a conocer tu amor en profundidad; que gaste mi vida para que
muchos otros lleguen a gozar de tu amistad. Quiero ser el primero en ponerme al
servicio de los demás, a fin de ejercer un influjo positivo, ser guía de los demás
dentro de mi ambiente para ayudar a otros a hacer la experiencia personal de
Cristo.
«Una familia cristiana debe ser un auténtico fermento en la sociedad. Ante todo, en
relación con los demás familiares, a quienes el testimonio de su acción educativa
con sus propios hijos puede servir de ejemplo y estímulo»