EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Marcos 1,12-15.
En seguida el Espíritu lo llevó al desierto,
donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía entre las fieras, y los
ángeles lo servían.
Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena
Noticia de Dios, diciendo:
"El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la
Buena Noticia".
Comentario del Evangelio por
Orígenes (v. 185-253), sacerdote y teólogo
Comentario al Cantar de los cantares, Tercero II, 27-33; SC 376
«Se ha cumplido el tiempo: el Reino de Dios está cerca»
De hecho, la vida de los mortales está plagada de lazos de ofensas y de redes
de engaños... Y como quiera que estas redes las había tendido el enemigo por
todas partes y en ellas había envuelto a casi todos, era necesario que viniese uno
que fuera más fuerte y mayor que ellas, para que las triturase y así dejase expedito
el camino para cuantos le sigan. Por esta razón también el Salvador, antes de
unirse con la Iglesia, fue tentado por el diablo... para vencer las redes y poder
mirar por ellas y, a través de ellas, llamar hacia sí a la Iglesia, con el fin, sin duda
alguna, de enseñarla y mostrarle que no se debe venir a Cristo por el ocio y los
placeres, sino a través de muchas tribulaciones y pruebas.
Por eso no hubo nadie que pudiera vencer semejantes redes, porque, como
está escrito, todos pecaron (Rm 3,23)... Por eso únicamente nuestro Señor y
Salvador Jesucristo no cometió pecado (1P 2,22)., sin embargo el Padre le hizo
pecado por nosotros, para que en la carne semejante a la del pecado y a causa del
pecado condenase al pecador.
Vino, pues, a estas redes, pero únicamente él no se vio envuelto por ellas, antes al
contrario él las rompió y las trituró, y dio así a su Iglesia confianza para atreverse
ya a quebrar los lazos, atravesar por las redes y decir toda animosa: Nuestra alma
se escapó cual pájaro del lazo de los cazadores: el lazo se rompió y nosotros
quedamos libres (Sal. 123,7)..
Pero, ¿quién quebrantó los lazos, sino el único al que ellos no pudieron
atrapar? Efectivamente, aunque él también estuvo sujeto a la muerte,
voluntariamente, que no forzado por el pecado, como nosotros, él fue el único libre
entre los muertos (Sal. 87,6 LXX).. Y por que fue libre entre los muertos, una vez
vencido el que tenía el imperio de la muerte, arrancó la cautividades que subsistía
para la muerte. Y no sólo él mismo se resucitó de entre los muertos, sino que junto
con él resucitó a los que estaban cautivos de la muerte y junto con él los hizo
sentar en los cielos (Ef 2,5s). Por eso, subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad
(Ef 4,8).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”