EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Lunes de la primera semana de Cuaresma
Libro del Levítico 19,1-2.11-18.
El Señor dijo a Moisés:
Habla en estos términos a toda la comunidad de Israel: Ustedes serán santos,
porque yo, el Señor su Dios, soy santo.
Ustedes no robarán, no mentirán ni se engañarán unos a otros.
No jurarán en falso por mi Nombre, porque profanarían el nombre de su Dios. Yo
soy el Señor.
No oprimirás a tu prójimo ni lo despojarás; y no retendrás hasta la mañana
siguiente el salario del jornalero.
No insultarás a un ciego, sino que temerás a tu Dios. Yo soy el Señor.
No cometerás ninguna injusticia en los juicios. No favorecerás arbitrariamente al
pobre ni te mostrarás complaciente con el rico: juzgarás a tu prójimo con justicia.
No difamarás a tus compatriotas, ni pondrás en peligro la vida de tu prójimo. Yo
soy el señor.
No odiarás a tu hermano en tu corazón: deberás reprenderlo convenientemente,
para no cargar con un pecado a causa de él.
No serás vengativo con tus compatriotas ni les guardarás rencor. Amarás a tu
prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
Salmo 19(18),8.9.10.15.
La ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple.
Los preceptos del Señor son rectos,
alegran el corazón;
los mandamientos del Señor son claros,
iluminan los ojos.
La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre;
los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos.
¡Ojalá sean de tu agrado
las palabras de mi boca,
y lleguen hasta ti mis pensamientos,
Señor, mi Roca y mi redentor!
Evangelio según San Mateo 25,31-46.
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se
sentará en su trono glorioso.
Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros,
como el pastor separa las ovejas de los cabritos,
y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre,
y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo,
porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de
beber; estaba de paso, y me alojaron;
desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'.
Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de
comer; sediento, y te dimos de beber?
¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos?
¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?'.
Y el Rey les responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más
pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo'.
Luego dirá a los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno
que fue preparado para el demonio y sus ángeles,
porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron
de beber;
estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y
no me visitaron'.
Estos, a su vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento,
de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'.
Y él les responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más
pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'.
Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".
Comentario del Evangelio por
Beata Teresa de Calcuta (1910-1997), Fundadora de las Hermanas
Misioneras de la Caridad
Jesús, la palabra hablada, cap. 8
«Es a mí a quien se lo habéis hecho»
Jesús dice: "Cualquier cosa que hagáis al último de vuestros hermanos, es a
mí a quien me lo hacéis. Cuando acogéis a un niño, es a mí a quien me acogéis. Si
en mi nombre ofrecéis un vaso de agua, es a mí a quien me lo ofrecéis" (Mc 9,37;
Mt 10,42). Con el fin de estar seguro de que habíamos comprendido bien lo que
decía, afirmó que así es como seríamos juzgados a la hora de nuestra muerte: "
Tuve hambre, y me distéis de comer. Estaba desnudo, y me vestisteis. No tenía
hogar, y me alojasteis".
No es simplemente hambre de pan de la que se trata; es de un hambre de
amor. La desnudez no concierne sólo al vestido; la desnudez es también la falta de
dignidad humana y de esta magnífica virtud como es la pureza, así como la falta de
respeto unos hacia otros. Estar sin hogar, no es sólo no tener casa; estar sin hogar,
también es ser rechazado, excluido, no amado.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”