Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Domingo de la Semana No. 1
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: El pacto de Dios con Noé salvado del diluvio *
Actualmente os salva el bautismo * Se dejaba tentar por Satanás, y los ángeles le
servían
Textos para este día:
Génesis 9,8-15:
Dios dijo a Noé y a sus hijos: "Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros
descendientes, con todos los animales que os acompañaron: aves, ganado y fieras;
con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Hago un pacto con
vosotros: el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste
la tierra." Y Dios añadió: "Ésta es la señal del pacto que hago con vosotros y con
todo lo que vive con vosotros, para todas las edades: pondré mi arco en el cielo,
como señal de mi pacto con la tierra. Cuando traiga nubes sobre la tierra,
aparecerá en las nubes el arco, y recordaré mi pacto con vosotros y con todos los
animales, y el diluvio no volverá a destruir los vivientes."
1 Pedro 3,18-22:
Queridos hermanos: Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente
por los culpables, para conduciros a Dios. Como era hombre, lo mataron; pero,
como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida. Con este Espíritu, fue a proclamar
su mensaje a los espíritus encarcelados que en un tiempo habían sido rebeldes,
cuando la paciencia de Dios aguardaba en tiempos de Noé, mientras se construía el
arca, en la que unos pocos -ocho personas- se salvaron cruzando las aguas. Aquello
fue un símbolo del bautismo que actualmente os salva: que no consiste en limpiar
una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la
resurrección de Jesucristo, que llegó al cielo, se le sometieron ángeles, autoridades
y poderes, y está a la derecha de Dios.
Marcos 1,12-15:
En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto
cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le
servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el
Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios:
convertíos y creed en el Evangelio."
Homilía
Temas de las lecturas: El pacto de Dios con Noé salvado del diluvio *
Actualmente os salva el bautismo * Se dejaba tentar por Satanás, y los ángeles le
servían
1. Plazo cumplido
1.1 He aquí la expresión a la que temen todos los endeudados: "plazo cumplido".
Terminado el plazo, viene el cobro, y con el cobro, la angustia de no poder pagar y
tener que enfrentar vergüenza y castigo.
1.2 Esta vez, sin embargo, el anuncio del plazo agotado va unido a un pregón de
sorprendente alegría: "el Reino de Dios se ha acercado". Jesús mismo es el
horizonte entre ese tiempo anterior al plazo cumplido y aquel Reino que viene. La
puerta para pasar de una a otra realidad es una palabra que llena toda la
Cuaresma: "conviértanse".
1.3 Jesús trae esa palabra de la soledad del desierto, adonde lo ha "empujado" el
Espíritu Santo. En el crisol del ayuno, la oración y el silencio, Cristo ha recogido los
cabos sueltos de nuestra historia humana; ha comprendido de modo singular y
hondísimo nuestro drama y ha encontrado una brecha de debilidad en las murallas
de nuestro orgullo. Sabe que por ahí puede colarse la salvación. Entonces ha vuelto
a la ciudad a predicar, y su mensaje es puro fuego: " ¡crean en el Evangelio! ".
1.4 La Iglesia entera, especialmente en el tiempo de cuaresma, acompaña a Cristo
en este desierto. Se sabe acechada y tentada por el diablo, se sabe sola y
peregrina, se sabe rodeada de fieras y acompañada de ángeles; sabe también que
hay un drama en ese silencio que nos deja presentir a Dios sin nunca verle y
abrazarnos a su amor sin todavía poseerlo. Pero sobre todo la Iglesia sabe que en
todo ello no está sola sino que su Esposo comparte el camino y marca una ruta que
conduce finalmente a la conversión y al gozo de la Buena Nueva.
2. La fuerza del bautismo
2.1 La segunda lectura trae un tema complementario: la fuerza del bautismo.
2.2 La imagen que nos trae el apóstol Pedro es un poco compleja, sobre todo por
aquello de los "espíritus encarcelados", que no abordaremos en esta ocasión. Pero
la idea general es clara: así como Noé y su familia fueron salvados a través de las
aguas del diluvio por el arca, mientras todo perecía, así los cristianos sobreviven a
un mundo pecador a través de las aguas del santo bautismo.
2.3 Es interesante comparar al bautismo con un diluvio, por aquello que significaba
el agua para los hebreos. El agua era a la vez señal devastadora de muerte y
principio irreemplazable de vida. El agua podía hacer eso que describe el relato del
diluvio: borrar, cancelar una historia y hacer desaparecer a los agentes de
iniquidad. El agua tiene poder para arrasar y limpiar.
2.4 Ese poder "natural", sin embargo, es sólo un símbolo, una sugerencia del
verdadero poder que detenta Dios solo y que llega a nosotros con el bautismo. Lo
que no es de Él, lo que no le pertenece, lo que no le agrada puede ser borrado
radicalmente por la fuerza de su designio, que ha quedado patente en aquel que
estuvo muerto y ahora vive por los siglos de los siglos (Ap 1,18). Fiados de esa
gracia eficaz entramos de lleno en la cuaresma, sabiendo que el que nos ha llamado
ha recorrido el primero nuestra senda y ha tomado victoria de nuestra historia.