La auténtica libertad.
2012-02-29
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32
En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a
decirles: “La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no
se le dará más señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los
habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este
tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará el
día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la
tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que
Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán
el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de
Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás”. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, conoces mi corazón, todos mis pensamientos, deseos e intenciones, buenos
y malos, y sé que puedo contar con tu amor, aunque no soy digno de él. Gracias
por tu paciencia y misericordia, por las innumerables gracias que hoy quieres
concederme en esta oración, por eso te pido que me ilumines para dedique estos
preciosos momentos a contemplar la grandeza de tu amor.
Petición
Señor, no permitas que te pida señales o dude de Ti, ayúdame a crecer cada día en
la fe y en la humildad.
Meditación
La auténtica libertad.
«La reacción de los discípulos, muchos de los cuales abandonaron a Jesús, no está
muy alejada de nuestras resistencias ante el don total que Él hace de sí mismo.
Porque acoger verdaderamente este don quiere decir perderse a sí mismos, dejarse
implicar y transformar, hasta vivir de Él, como nos recordó el apóstol Pablo: "Si
vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor: tanto en la
vida como en la muerte, pertenecemos al Señor”.
"¡Esta palabra es dura!"; es dura porque a menudo confundimos la libertad con la
ausencia de vínculos, con la convicción de poder actuar solos, sin Dios, al que se ve
como un límite a la libertad. Esta es una ilusión que no tarda en volverse desilusión,
generando inquietud y miedo y llevando, paradójicamente, a anhelar las cadenas
del pasado: “Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto…" – decían los judíos
en el desierto. En realidad, sólo en la apertura a Dios, en la acogida de su don,
somos verdaderamente libres, libres de la esclavitud del pecado que desfigura el
rostro del hombre, y capaces de servir al verdadero bien de los hermanos»
(Benedicto XVI, 11 de septiembre de 2011).
Reflexión apostólica
«Dios Padre, movido por amor, envía a su Hijo al mundo para salvar a los
hombres, y Cristo, a su vez, envía a los apóstoles hasta los confines de la tierra a
predicar a los hombres la feliz noticia de que Dios es amor y que ha llegado el
tiempo de salvación» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 98».
Propósito
Rezar el resto de esta semana, una oración para pedir la humildad.
Diálogo con Cristo
Señor, ¡qué distinto sería el mundo si los cristianos viviéramos en todo tu mensaje
redentor! Mi falta de fe y soberbia inutilizan tu gracia, porque aunque digo que soy
cristiano, muchas veces, en la vida diaria, me comporto como si no lo fuera, porque
frecuentemente pierdo la paciencia, soy mal humorado y altanero en mi trato con
los demás. Ayúdame para que, lleno de alegría y optimismo, dedique mi tiempo a
querer, a amar, a sonreír y a poner en práctica mi fe para hacer feliz a los demás.
«Ante ti mismo, siempre y en todo momento, solo o acompañado, vivir con la
conciencia de que Dios te ve»
( Cristo al centro, n. 191).