Comentario al evangelio del Viernes 09 de Marzo del 2012
¿Qué nos puede decir hoy a nosotros esta parábola de la viña? Esta dura parábola nació como
expresión del agudo conflicto al que había llegado Jesús con los dirigentes de su pueblo. Es como si
Jesús viera cercana su muerte hacia la cual lo llevaba la violencia que se apoderó del corazón de los
dirigentes de su pueblo. La oferta de Jesús de una sociedad fraterna, solidaria, igualitaria chocaba con
los intereses del sistema.
¿Qué ha sucedido? Los líderes de Israel no han cultivado la viña, preparándola para el Mesías. Se han
apropiado del pueblo y deciden la muerte de Jesús porque les arrebata el control sobre la gente sencilla.
El heredero es asesinado fuera de la viña, como Jesús a las afueras de Jerusalén.
Esta parábola tiene una gran importancia en el conjunto del evangelio. Mateo ha subrayado que al
principio la buena noticia se dirige sólo a Israel, para comunicarle que ha llegado el momento de
anunciar la salvación a todas las naciones. Pero como el pueblo de la Promesa rechaza esa invitación,
Jesús congregará en torno a los doce Apóstoles un nuevo Israel que dé frutos mejores y anuncie a todos
los pueblos la salvación.
Hasta aquí podríamos pensar que se trata de una situación que nos desborda, que la parábola es para
juzgar aquella época antigua y a sus dirigentes religiosos.
También hoy nos puede acechar la tentación del exclusivismo: la viña es mía.
La historia de José traicionado y vendido por sus hermanos nos hace abrir los ojos de nuestra
reflexión: ¿Qué significa para nosotros la palabra fraternidad?, ¿qué apertura tenemos hacia personas
de distinta cultura? ¿También nosotros pensamos que los emigrantes que vienen a nuestro país se
apoderan de lo que nosotros necesitamos para vivir?
Amigo lector, amiga lectora, buscamos juntos la voluntad de Dios. A través de la Palabra Jesús
ilumina nuestra mente y llena nuestro corazón de su Espíritu para que seamos capaces de colaborar en
la construcción de una sociedad diferente que prepare la llegada de su Reino.
Carlos Latorre, cmf