EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Juan 2,13-25.
Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén
y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los
cambistas sentados delante de sus mesas.
Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus
bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas
y dijo a los vendedores de palomas: "Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de
mi Padre una casa de comercio".
Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me
consumirá.
Entonces los judíos le preguntaron: "¿Qué signo nos das para obrar así?".
Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar".
Los judíos le dijeron: "Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este
Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?".
Pero él se refería al templo de su cuerpo.
Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y
creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.
Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de Pascua, muchos creyeron en su
Nombre al ver los signos que realizaba.
Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos
y no necesitaba que lo informaran acerca de nadie: él sabía lo que hay en el interior
del hombre.
Comentario del Evangelio por
Orígenes (v. 185-253), sacerdote y teólogo
Comentario al Evangelio de Juan, 10
Al tercer día resucitaré
Es grande, el misterio de nuestra resurrección, y extremadamente difícil de
sondear. Es anunciado en muchos textos de la Escritura, pero sobre todo en
Ezequiél: "El Espíritu del Señor me depositó en un valle lleno de huesos
humanos...; estaban completamente secos. El Señor me dijo: Hijo de hombre,
¿estos huesos vivirán? Respondí: Señor, tú lo sabes. Me dijo: profetiza sobre estos
huesos. Les dirás: Huesos secos, escuchad la palabra del Señor" (Ez 37,1-4)...
Entonces, cuáles son estos huesos a los que les dice: "Escuchad la palabra del
Señor" si no el Cuerpo de Cristo, sobre el que el Señor decía: "Todos mis huesos
están dislocados" (Sal. 21,15)... Y así como se efectuó la resurrección del cuerpo
verdadero y perfecto de Cristo, un día los miembros de Cristo... serán reunidos,
hueso con hueso, juntura con juntura. Nadie privado de esta juntura, alcanzará "el
hombre perfecto, a la medida del cuerpo de Cristo en su plenitud" (Ef 4,13).
Entonces "todos los miembros del cuerpo, aunque muchos, formarán un solo
cuerpo" (1Co 12,12)...
Digo esto a propósito del Templo sobre el que el Señor dijo: "El celo por tu
casa me devora" (Sal. 68,10), y a propósito de los judíos que le pedían les
mostrase un signo, y en fin a propósito de su respuesta:... "Deste Templo, y en tres
días lo levantaré". Porque hace falta que sea expulsado de este templo, que es el
Cuerpo de Cristo, todo lo que niega la razón y lo que depende del comercio, para
que de ahora en adelante este templo no sea más una casa de vendedores.
Hace falta además... que después de su destrucción, por los que niegan la
palabra de Dios, sea levantado al tercer día... Gracias a la purificación de Jesús, sus
discípulos, habiendo abandonado todo lo que no es razonable y toda forma de
comercio y a causa del celo del Verbo, la Palabra de Dios, que está presente en
ellos, sus discípulos "serán destruidos" para "ser levantados" por Jesús en tres
días... Porque hacen falta tres días enteros para que esta reconstrucción se
termine. Por eso, podemos decir de una parte, que la resurrección se efectuó y por
otra parte, que tiene que venir: verdaderamente "hemos sido sepultados con Cristo
" y " con Él nos levantaremos " (cf Rm 6,4)... «Todos serán vivificados en Cristo,
pero cada uno en su puesto: primero, Cristo, como primicia, después, todos los que
son de Cristo en su venida" (1Co 15,22s).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”