" Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino”
Lc 4, 24-30
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Lectio Divina
FIARSE DE LOS SENCILLOS MEDIOS DE SALVACIÓN QUE NOS OFRECE DIOS
"Pero este hombre, guerrero valeroso, era leproso" (2 Re 5,1), "...pero ninguno de ellos fue
curado, sino únicamente Naamán el sirio" (Lc 4,27).
Pero: conjunción adversativa que entre ambos fragmentos indica un cambio de situación. En el
primer caso, de una situación de "esplendor" a una extrema pobreza; en el segundo, de una
negativa a la experiencia de la salvación.
Cuántos "peros", también, en nuestra vida personal y comunitaria. A veces, señalando nuestra
propia condición de límite y de pecado; a veces, introduciendo una intervención inesperada de
gracia.
El itinerario de Naamán de un "pero" al otro puede señalar también nuestro camino de
curación, que en etapas sucesivas nos conduce a la salvación. Este camino sólo se realiza tras
el paso de una actitud inicial de orgullo y presunción a otra de humildad que posibilita el fiarse
de los sencillos medios de salvación que nos ofrece Dios.
ORACION
Señor Jesús, aquí me tienes. No tengo otra esperanza. Tú me conoces. Ante ti está mi miseria.
Ante ti están también todos mis deseos. Sólo tú puedes curarme. Tú eres el único que tienes
palabras de vida eterna. Espero en ti, Jesús, espero en tu Palabra, porque tu misericordia es
inmensa.
No te pido signos maravillosos y desconcertantes. Te pido el don de un corazón humilde y dócil
que se deje convencer por la fuerza persuasiva de tu Espíritu, que, junto con el Padre, está
sobre todos, actúa por medio de todos y está presente en todos. Te pido el don de un corazón
sencillo capaz de contemplar -maravillado- la grandeza de tu amor oculto en los humildes
signos del pan y el vino, de la luz y el agua, en la voz y el rostro de cada hermano. Te pido el
"milagro" de una fe sin reservas que acepte -sobre todo en el momento de las dudas, la
impotencia y el pecado- el fiarse totalmente de ti.