Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo B, Tiempo de Cuaresma,
Domingo de la Semana No. 5
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Haré una alianza nueva y no recordaré sus pecados * Oh
Dios, crea en mí un corazón puro. * Aprendió a obedecer y se ha convertido en
autor de salvación eterna * Si el grano de trigo cae en tierra y muere, da mucho
fruto
Textos para este día:
Jeremías 31,31-34:
"Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que haré con la casa de Israel y la
casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con sus padres,
cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza,
aunque yo era su Señor -oráculo del Señor-. Sino que así será la alianza que haré
con ellos, después de aquellos días -oráculo del Señor-: Meteré mi ley en su pecho,
la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá
que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: "Reconoce al
Señor." Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande -oráculo del
Señor-, cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados."
Salmo 50:
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, / por tu inmensa compasión borra mi culpa;
/ lava del todo mi delito, / limpia mi pecado. R.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro, / renuévame por dentro con espíritu firme; /
no me arrojes lejos de tu rostro, / no me quites tu santo espíritu. R.
Devuélveme la alegría de tu salvación, / afiánzame con espíritu generoso: /
enseñaré a los malvados tus caminos, / los pecadores volverán a ti. R.
Hebreos 5,7-9:
Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y
súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando es su angustia fue escuchado.
Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la
consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de
salvación eterna.
Juan 12,20-33:
En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos
griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: "Señor,
quisiéramos ver a Jesús." Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron
a decírselo a Jesús. Jesús les contestó: "Ha llegado la hora de que sea glorificado el
Hijo del hombre. Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere,
queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se
pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida
eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará
mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará.
Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por
esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre." Entonces vino una voz
del cielo: "Lo he glorificado y volveré a glorificarlo." La gente que estaba allí y lo
oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.
Jesús tomó la palabra y dijo: "Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros.
Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado
fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí." Esto lo
decía dando a entender la muerte de que iba a morir.
Homilía
Temas de las lecturas: Haré una alianza nueva y no recordaré sus pecados * Oh
Dios, crea en mí un corazón puro. * Aprendió a obedecer y se ha convertido en
autor de salvación eterna * Si el grano de trigo cae en tierra y muere, da mucho
fruto
1. Una solución radical
1.1 El trayecto largo, y tantas veces dolorido, del Antiguo Testamento deja una
cosa en claro: el problema del mal en la raza humana requiere de soluciones
radicales. Aunque "radical" no debe significar "violento", sino simplemente lo que
indica su etimología: directo a la raíz.
1.2 Uno puede creer que el hombre va a ser mejor con nuevas leyes, mejores
estudios, mayores ingresos, más amplias formas de expresión, mucha o menor
libertad... ¡cuántos experimentos se han hecho, por vía de dureza o de "laissez-
faire", para comprobar que "hecha ley, hecha la trampa"! Se le ha hecho de todo al
ser humano: torturarlo, perseguirlo, mimarlo, atiborrarlo de cosas, embriagarlo de
placeres, y al final descubrimos que hay una hierba mala que resiste todos los
climas y culturas. Necesitamos algo distinto y eso es lo que muestra la primera
lectura: directo a la raíz; directo al corazón.
1.3 La ley de Moisés, expresión sapiente pero insuficiente, debe alcanzar "plenitud"
: no escrita ya en tablas de piedra sino en los corazones. El "corazón", sede de los
pensamientos, decisiones y afectos más profundos, según la Biblia, es el verdadero
baluarte en que ha de entrar como Rey el señor, si de veras queremos sanear
radicalmente el problema del mal.
2. La pasión "interior" que vivió Cristo
2.1 Este es el último domingo antes de la Semana Santa. Es preciso prepararnos
con mayor atención y estar despiertos con mayor amor a los misterios que verán
nuestros ojos, y las palabras que bendecirán nuestro corazón, dándole salud y
conversión.
2.2 Y a ese propósito nos ayuda la segunda lectura: es como un vistazo al misterio
"interior" de Cristo, allí donde su corazón experimentó dolor y miedo, y a la vez,
amor y obediencia. Bien podemos decir que es la parte de la Pasión que más nos
interesa, porque es allí donde también palpita el drama de nuestras propias
cobardías frente al poder, violento o seductor, del mal. La pasión "externa", la de
los azotes, clavos y cruz, la conocemos; pero ¿hemos contemplado con igual o
mejor amor esta "pasión interior" de nuestro Redentor?
3. "Queremos ver a Jesús"
3.1 Y ya que hoy hablamos así del corazón y sus misterios, reconozcamos en la
súplica de aquellos griegos el anhelo más hondo de nuestro propio corazón. Si
hacemos silencio, si por un instante nos apartamos de la tiranía del consumo y de
las solicitaciones del bienestar oiremos que el alma nuestra, en su fondo más íntimo
susurra: "¡quiero ver a Jesús!"
3.2 Y el corazón del Padre se deja oír, mostrando que en ese Hijo Adorado y
Adorable está todo el esplendor del universo. Y el Hijo mismo nos habla y señala
con mano firme, aunque agobiada de dolor, en dónde es posible verle y
reconocerle: "cuando yo sea levantado atraeré a todos hacia mí..."
3.3 Es allí en la Cruz donde se devela el misterio inagotable de un amor que no se
acaba. Es allí, en la Cruz de Amores, donde un grito de gracia ha quedado vivo y
patente para ser escuchado "en el cielo, en la tierra, en el abismo". Es allí donde
nuestro corazón hallará su descanso y encontrará por fin saciedad para su súplica
más honda y entrañable.