V Semana de Cuaresma
Con permiso de dominicos.org
Introducción a la Semana
La última etapa del trayecto cuaresmal, otrora conocida como semana de Pasión,
se nos ofrece no tanto como remate de una tarea cuanto como una palabra de
ánimo cariñoso para abrirnos al misterio de gracia que se resuelve en el amor de
Dios y en el servicio hasta el final de Jesús de Nazaret. Que Dios tiene mucha
más paciencia con nosotros que el monto de nuestras debilidades, nos recordará
Jeremías en su lectura dominical, y a su hijo Jesús atañe la autoría de nuestra
salvación, porque ha sabido ser grano de trigo fecundo y generoso para gloria de
Dios y favor nuestro.
Como la anterior, también esta semana, por la coincidencia del domingo,
tenemos el lunes una so-lemnidad, en este caso de María en su acogida del
mensaje del ángel, que abre un esperanzador ca-mino al Dios-con-nosotros;
¡qué manera más limpia de asumir Dios nuestra encarnadura!
El martes es un hermoso juego simbólico que apunta al Calvario (levantar la
serpiente de bronce de Moisés, levantar al Hijo del Hombre) y nos pone frente al
misterio de quien es de allá arriba y hace siempre lo que a Dios agrada. El
miércoles pone el acento en el iniciador y el autor de nuestra libe-ración; para
ello hay que entrar en la fidelidad a la Palabra viva, dejarse inundar por su
verdad y su esperanza.
Abrahán vuelve a nuestra consideración porque fue mucha la confianza que
demostró respecto a Yahvé: y al igual que fue bendecido como sólo Dios lo sabe
hacer, de la misma manera Jesús re-clama esa bendición porque ha sido
amorosamente fiel a su Padre. El Viernes de Dolores presenta en las lecturas al
justo calumniado y perseguido quien, en el caso de Jesús, se les escapó de las
manos, pues aún no ha llegado su hora. El sábado cierra la semana con un
mensaje estimulante de unidad: Dios es fiel a su pueblo, a sus hijos, porque nos
quiere unidos en su nombre y en su servicio, no en balde Jesús debía morir para
reunir a los hijos de Dios dispersos. Y casi tocamos la Pascua con la yema de los
dedos.
Fr. Jesús Duque O.P.
Convento de San Jacinto (Sevilla)